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La economía comenzó el año con un impulso mayor del esperado pese a la inflación disparada y la subida de tipos. El PIB español avanzó un 0,6% gracias sobre todo al impulso de las
exportaciones y a la inversión, una décima más del crecimiento calculado por el INE en su informe previo. El PIB se había desacelerado en la última parte del año pasado debido al bajón del
consumo por la elevada inflación, pero aún así consiguió cerrar 2022 con un crecimiento del 5,5%. El INE confirma ahora que en el último trimestre el PIB avanzó un 0,5%, una décima más de lo
calculado. En la primera parte de 2023 la economía coge aire y se acelera hasta recuperar por fin el nivel de PIB previo a la pandemia, siendo el nuestro el único país de la eurozona que
aún quedaba por conseguirlo. A nivel anual la economía registró un crecimiendo del 4,2%. Son cuatro décimas más de lo previsto por el INE en su primera estimación y 1,1 puntos más que en el
último trimestre del año pasado (3,1%). Estas cifras tan positivas llevaron a la vicepresidenta económica, Nadia Calviño, a destacar que «España ya ha recuperado el PIB prepandemia y que es
la economía que más crece de la UE, a un ritmo del 4,2%, cuatro veces más que la media». En una valoración remitida a los medios, Calviño indicó que una parte muy importante de este
crecimiento se basa en «el dinamismo del empleo», con la creación de 426.000 puestos de trabajo a tiempo completo en el primer trimestre. Pero antes de mirar al empleo, es importante
destacar las exportaciones y la inversión como principales motores para la economía en la primera parte del año, arrastrados por la fuerte recuperación del turismo. Las ventas al extranjero
aumentaron un 9,2% de enero a marzo hasta sumar 132.000 millones de euros, máximo histórico. Pero la inversión también está por las nubes (crece un 1,1% tras dos trimestres a la baja), sobre
todo gracias al impulso de los fondos europeos y la incipiente ralentización de los precios energéticos. El consumo se resiente La cara negativa se observa en el consumo de los hogares, que
se hundió un 1,3% frente al último trimestre y refleja el sufrimiento de las familias por los altos precios. Aunque suma dos trimestres consecutivos de retrocesos, comparado con el primer
trimestre del año pasado el consumo de las familias creció un 1,6%, aún así la menor tasa en dos años. El gasto público, además, se contrajo un 1,6% este primer trimestre, el mayor descenso
desde finales de 2021. A nivel anual, creció un 1,4%, 1,1 puntos más, mientras que la inversión creció solo un 07%, su menor alza desde 2021. Pero el tirón de la economía vino por el lado de
las exportaciones, que aceleraron su crecimiento tres puntos a nivel anual, hasta el 10,2%. Las importaciones también subieron pero en menor medida, un 3,3%. De hecho, el director general
de Economía del Banco de España, Ángel Gavilán, apuntó hace unos días a un cierto «enfriamiento» de la economía durante el segundo trimestre sobre todo por los elevados precios que lastran
el consumo y provocan que las familias no noten aún el avance de las cifras macroeconómicas que se están registrando. Pese a ello, el Banco de España vaticinó que la economía podría llegar a
crecer otro 0,6% de abril a junio. En sus previsiones, el supervisor consideró que el PIB avanzará un 2,3% este año, dos décimas por encima incluso de las estimaciones del Gobierno. Son
previsiones similares a las que están dando otros organismos como BBVA Research (2,4%) o la OCDE (2,1%). La sorpresa del empleo El crecimiento económico se asienta sobre una base de empleo
que sigue por la senda positiva. Y es que pese a perder 11.000 empleos en el primer trimestre según los datos publicados por la EPA, fue un descenso menor al del mismo periodo de otros años.
Los datos del INE de ayer indicaron que en el primer trimestre frente al anterior el empleo en horas trabajadas aumentó un 0,4%, cinco décimas más que en el último de 2022. Esta tasa es de
menor magnitud en el caso de los puestos de trabajo equivalentes a tiempo completo (del 0,1%, similar a la del cuarto trimestre) debido a que se observa un menor crecimiento de las jornadas
medias a tiempo completo (0,2%) frente al crecimiento de las horas trabajadas. Pero a nivel interanual, los puestos de trabajo a tiempo completo se incrementaron un 2,3%, tres décimas más
que en el cuarto trimestre, lo que supone que en un año se han creado 426.000 empleos a tiempo completo.