Coronavirus: así podrían ser los asientos de avión para los próximos viajes

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Una empresa propone un cambio radical, con dos opciones para proteger a los pasajeros.


Con el objetivo de reducir costos y hacer más rentables los trayectos de avión, las aerolíneas fueron priorizando la reducción del espacio en detrimento de la comodidad de los pasajeros. La


clase turista (o Economy), la más damnificada por estas políticas, ha visto en los últimos años cómo los asientos eran cada vez más estrechos y las aeronaves incorporaban mayor número de


filas, con una evidente reducción del espacio para las piernas y de la distancia entre pasajeros.


Sin embargo, el efecto devastador del coronavirus sobre el sector aeronáutico obligará a cambiar muchas cosas: forzará a aumentar las distancias entre pasajeros y evitar el riesgo de


contacto en el interior de la cabina, por lo que muchas de las propuestas de ahorro citadas probablemente caerán en saco roto.


La prioridad actual es proteger al viajero y mitigar el impacto de la pandemia​, algo en lo que numerosas empresas trabajan buscando soluciones.


Una de ellas es Aviointeriors, una compañía italiana dedicada a la fabricación de asientos de avión desde hace casi medio siglo, con propuestas como el Skyrider 3.0, un diseño de permitiría


viajar prácticamente de pie, aplaudido por unos y criticado por otros. Mientras a esta altura algunos plantean la eliminación de las butacas del medio, Aviointeriors presenta dos soluciones


aparentemente sencillas, la Glassafe y la Janus, ambas adoptan la mampara como elemento de aislamiento principal.


La primera de sus propuestas, la Glassafe, tiene un importante punto a favor: se puede adaptar sin problemas a los asientos de las cabinas de clase económica, haciendo que la proximidad sea


más segura entre pasajeros que comparten fila, según su fabricante.


El diseño es simple. Se trata de una mampara de material trasparente que rodea los laterales y la parte superior de la butaca creando un espacio alrededor del individuo, a modo de escudo


protector, que lo aísla de sus vecinos. De esta forma, se evita que tengan contactos e interacciones entre ellos a través del aire, reduciendo posibilidades de contagio.


Aviointeriors remarca la facilidad de fijar el kit al asiento, de manera que las aerolíneas podrían instalarlo con rapidez y sin problema alguno. Además, es fácil de limpiar y aseguraría una


completa higienización.


La segunda propuesta, bautizada como Janus (en referencia a Jano, el dios de la mitología romana representado con dos caras opuestas) garantiza, según el fabricante, el máximo aislamiento


entre los pasajeros de una misma fila.


Concebida para configuraciones de tres asientos, se caracteriza por la dirección inversa del asiento central, contraria a la de los vecinos de ambos lados.


En otras palabras, mientras que las butacas de ventanilla y pasillo miran hacia adelante, la del centro lo hace hacia atrás.


Los asientos están completamente rodeados de un escudo trasparente cuya altura aísla al máximo a los ocupantes adyacentes. Su instalación, a diferencia del modelo Glassafe, requeriría una


cierta adaptación de la cabina, pero, al igual que este, Aviointeriors asegura que su limpieza no supondría dificultad alguna para los equipos de desinfección del aparato.


Ahora, bien, si te ves obligado a volar en los próximos meses, no esperes encontrar -todavía- alguna de las adaptaciones en las cabinas de clase económica. Y es que, una vez finalizado el


proceso de diseño, los asientos deberán ser aprobados por las autoridades aeronáuticas. Sin embargo, la firma italiana asegura que podría implementarlos en un plazo máximo de once meses.


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