En medio de la crisis cambiaria, vuelve a florecer el negocio de las cajas de seguridad

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Todavía no había ganado Mauricio Macri cuando un grupo de inversores liderados por la familia Kompel –dueña del Paseo La Plaza y la cadena de lavaderos de auto Pronto Wash– lanzó Hausler, la


primera empresa de cajas de seguridad no bancarias del país. Y, aunque cambió el gobierno y se terminó el cepo, LOS ARGENTINOS SIGUEN BUSCANDO PONER SUS BILLETES A RESGUARDO. LA DEMANDA POR


ESPACIOS SE ACELERÓ A PARTIR DE LA CRISIS CAMBIARIA QUE COMENZÓ EN ABRIL. “Las consultas subieron de manera exponencial. Hay quienes quieren cajas y también nuestros propios clientes VIENEN


MÁS SEGUIDO. Por la coyuntura, la sucursal de Paraguay y Florida está prácticamente a full”, dice Jorge Gatto, un ex YPF y Telecom, que tomó las riendas de Hausler en diciembre. Ya tienen,


además de la sucursal original del centro porteño, una en Pilar y otra en la ciudad de Córdoba. Gatto cuenta que cada local les sale unos $ 50 millones. YA ESTÁ EN CONSTRUCCIÓN UNO EN AV.


CABILDO Y JOSÉ HERNÁNDEZ, que tendrá 3.000 cajas y están buscando UNA NUEVA LOCACIÓN en el centro, más cerca de la city. Estas dos se inaugurarían en 2018. “Para el año que viene, queremos


abrir otras 5 sucursales”, promete Gatto. ESTIMA QUE LA FACTURACIÓN LLEGARÁ A $ 30 MILLONES, EL DOBLE DE LOS $ 14 MILLONES DE 2017. “Los estudios de mercado que hemos hecho me aseguran que


esto va a seguir creciendo. Los clientes que uno gana, si los trata bien, no se van. Además, nunca se cruzan con otro cliente y nunca tuvimos un incidente de seguridad”, cuenta. De todos


modos, ofrecen un seguro que puede llegar a US$ 100.000 o más. La clave del negocio, además de que el horario es más amplio que en los bancos y atienden los sábados, es que los locales estén


cerca de la casa o el trabajo de los clientes. Por eso están desarrollando un formato más boutique, con menos cajas, para zonas más residenciales. Están conversando con edificios nuevos y


con un hotel de Puerto Madero. También Rosario está en la mira y, para adelante, La Plata, Bahía Blanca, Neuquén o Mendoza. Buscan edificios con mucho tránsito: NADIE PUEDE IDENTIFICAR A LA


PERSONA QUE ENTRA O SALE DE LA EMPRESA.