Bruxismo: los meses de incertidumbre debidos a la pandemia se cobran su factura en los dientes de los niños

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30/11/2020 a las 00:55h. Después de tantos meses de incertidumbre debido a la pandemia, muchos niños están siendo diagnosticados con estrés. Se ha comprobado que este trastorno, en muchos


casos, está derivando en problemas dentales; aparece un hábito involuntario que hace que los pacientes aprieten la mandíbula intensamente y hagan rechinar los dientes. Esta patología es


conocida como bruxismo. La doctora Romina Vignolo, de la clínica Boca a Boca Dental comenta que « CADA VEZ SON MÁS LOS PACIENTES INFANTILES QUE VIENEN A LA CLÍNICA POR BRUXISMO , y antes no


lo padecían. La covid-19 ha afectado a muchos niños y, debido al estrés que les ha supuesto el confinamiento, el uso de mascarillas, la incertidumbre de no saber cuándo va a terminar, están


teniendo graves consecuencias en su salud bucodental ». ¿CUÁLES SON LAS CONSECUENCIAS DEL BRUXISMO EN LOS NIÑOS? Generalmente el bruxismo sucede durante la noche y con mayor frecuencia en


niños entre los seis y los diez años. El uso excesivo de los músculos de la mandíbula puede provocar contracturas en el cuello y la cabeza, dolor de oídos, bloqueos de la mandíbula, desgaste


de las piezas dentales, cefaleas e incluso molestia al masticar. El problema más común que afecta a los niños, derivado de esta patología, es la caída de los dientes de leche antes de


tiempo. ¿CÓMO DEBE TRATARSE? El bruxismo, muchas veces está asociado a una maloclusión, es decir, una desalineación de los dientes que impiden que las piezas dentales encajen de forma


correcta. Esto hace que los dientes hagan presión en una posición incómoda que provoca un desgaste de los dientes. La solución más eficaz en este caso es la ortodoncia u ortopedia dental


para mejorar la relación inter arcada. La doctora Romina Vignolo está especializada en el tratamiento temprano de las maloclusiones y ha publicado numerosos artículos sobre la importancia de


corregir estos problemas a edades tempranas. Otra solución, aunque menos empleada en niños, es utilizar un protector bucal o una férula de descarga por la noche que crea una barrera física


entre la parte superior e inferior y evita que puedan apretar o rechinar los dientes. Una de las recomendaciones que hace Boca a Boca Dental es colocar una toalla caliente contra la mejilla


del niño, delante del lóbulo de la oreja, para ayudar a que los músculos se relajen. Además, la práctica de actividades relajantes con el niño antes de dormir puede ayudar a disminuir el


miedo o estrés que pueda causar el bruxismo durante la noche. Reportar un error