Agricultura hará 50 balsas para abastecer a la ganadería y la lucha contra los incendios

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28/11/2023 a las 08:47h. Recoger el agua «sobrante» que se acumula en los periodos más húmedos como el invierno para «su uso» tanto por la ganadería en extensivo en épocas de estiaje y mayor


escasez y en otras funciones como «apoyar» en la extinción de incendios. ES EL DOBLE OBJETIVO CON EL QUE LA CONSEJERÍA DE AGRICULTURA, GANADERÍA Y DESARROLLO RURAL pone en marcha un plan


para construir hasta 50 «pequeñas balsas» en Castilla y León de hasta 25.000 metros cúbicos de agua. Una iniciativa, recordó ayer el consejero, Gerardo Dueñas, que «forma parte» del


«compromiso» adquirido por la Junta en su Plan de Sequía. Con plazo de ejecución de tres años, en el horizonte de 2026 se pretenden hacer ese medio centenar de balsas, «sobre todo» en las


provincias que más acusan la escasez de recursos hídricos en épocas de estiaje: Ávila, Salamanca, Segovia y Zamora. Serán los propios municipios los que desde que hoy -cuando salga publicada


la convocatoria en el Bocyl- y durante un plazo de tres meses podrán solicitar la construcción de esas balsas. Podrán hacerlo incluso entre varios limítrofes y, si cumplen los requisitos,


dispondrán de esa nueva infraestructura en la que pueda abrevar el ganado, en un mapa aún por definir, pero que sí prevé puntos «prioritarios». De hecho, según detalló el consejero, han


hablado tanto con la CHD (Confederación Hidrográfica del Duero), competente en materia de aguas, como con la Consejería de Medio Ambiente, que ha «definido» las zonas con más afección de


incendios en los montes. Contará con un presupuesto de cinco millones de euros, englobados en los 145 millones dispuestos por la Junta de fondos «propios» en su plan de sequía. Con esta


iniciativa se busca «mantener» ese modelo de agricultura en extensivo, que en verano, con el calor y sobre todo en periodos de sequía, es el que más acusa la falta de agua, lo que «obliga» a


los ganaderos a realizar el transporte de líquido recorriendo grandes distancias -en algunos casos abriendo incluso el grifo del agua potable-. Lo que repercute, además, en la rentabilidad


de las explotaciones, según se puso de manifiesto ayer en la jornada para presentar este plan de balsas, inaugurada por el ingeniero agrónomo y catedrático de la Universidad Politécnica de


Madrid, Carlos Buxadé. Con hasta 25.000 metros cúbicos, «capacidad más que suficiente» PARA ABREVAR A UN NÚMERO RELEVANTE DE CABEZAS DE GANADO, el plan contempla también su diseño: cimientos


de menos de cinco metros y buscando «minimizar» su impacto. Dispondrán de vallado para evitar el acceso de fauna salvaje, lo que repercutirá en la sanidad animal, destacó Dueñas. Y se


ejecutarán obras complementarias como caminos de acceso y redes de bombeo, para facilitar el trasvase si es necesario y posible entre arroyos o acuíferos. Reportar un error