Aznar y gonzález defienden recuperar la «centralidad» y la «continuidad histórica» frente a los extremismos

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Un cara a cara entre dos expresidentes del Gobierno con el actual jefe del Ejecutivo como protagonista ausente. Ese era el principal aliciente del acto en el que han participado este martes


FELIPE GONZÁLEZ Y JOSÉ MARÍA AZNAR en el Real Casino de Madrid, ... un escenario selecto donde, cumpliendo con esa premisa, ambos exmandatarios, de distinta simpatía política, han coincidido


en instar a Pedro Sánchez a que retome la «continuidad histórica» del país y en exigir, también al resto de dirigentes políticos, que recuperen espacios de centralidad frente a los


extremismos. González y Aznar han recibido la MEDALLA DE HONOR DEL CONSEJO EMPRESARIAL ALIANZA POR IBEROAMÉRICA (CEAPI) para celebrar, en palabras de su presidenta, Núria Villanova, «los


éxitos de dos mandatos». Dos modelos, dos formas de entender la política diferentes, pero de las que se pueden extraer puntos de unión, en un momento político de fragmentación. Así lo ha


recordado el director de ABC, Julián Quirós: «El tiempo los hace ver qué hay no poco en común. Es más lo que une que lo que separa». Un mensaje de unión que también ha trasladado González,


una de las voces socialistas más críticas con la dirección actual del partido y su secretario general. Ha abogado por RECUPERAR LA CENTRALIDAD EN EL DEBATE POLÍTICO, pero también la


democracia interna, porque no es necesario, ha dicho, «estar de acuerdo en todo». «NOSOTROS TENÍAMOS MUCHAS PELEAS Y DISCREPANCIAS. ESO ES LO QUE CONFORMA LA VIDA DEMOCRÁTICA», ha recordado


González, aludiendo, aunque indirectamente, a los intentos del líder del PSOE de coartar las críticas internas. En la misma línea, Aznar ha advertido del «riesgo máximo» que supone para la


democracia la fragmentación y polarización política y ha abogado también por «RECUPERAR ESOS ESPACIOS Y RECONOCERNOS UNOS A OTROS», al margen de los momentos y las decisiones «más o menos


difíciles» que cada Gobierno tenga que tomar. Aznar ha incidido en la idea de «continuidad histórica», que considera está «en peligro» de perderse, y ha advertido de la necesidad de «estar


suficientemente preocupados para intentar recuperarla». El expresidente popular ha alertado, además, del «predominio populista» que amenaza con erosionar las instituciones desde dentro,


«como ocurre en este momento», refiriéndose no solo a España, sino a toda la esfera Iberoamericana; y apuntando, en concreto, a El Salvador y el Gobierno de Nayib Bukele. «Defiendo que los


ciudadanos puedan salir a la calle. (…) Lo que no comparto es que sea a costa de arrasar el Estado de derecho», ha señalado en un momento de la conversación con Felipe González. EL LEGADO DE


TRUMP Otro de los protagonistas ausentes ha sido el presidente de Estados Unidos, cuya gestión han puesto en entredicho. Primero, por la GUERRA EN UCRANIA Y LAS RELACIONES CON PUTIN; y


después, por su pretendido choque con la Unión Europea. Cuestionado por el legado del mandatario estadounidense, González ha tildado de «DESASTRE SIN PALIATIVOS» y «destrozo» al orden


internacional el último mandato de Trump, que espera que sea el último, salvo que cambie la Constitución. Ha señalado que, al contrario que el líder estadounidense, Putin no tiene límite de


poder ni límite temporal. «Ha aportado más a Putin que a intentar liberar a Ucrania del horror», ha denunciado. También Aznar ha rechazado algunas de las manifestaciones de Trump relativas


al «abuso» que el presidente de EE.UU. cree que su país ha sufrido por parte de sus aliados. «Al contrario», ha dicho: «Han creado algún común que no existía, y porque no existía pasamos dos


guerras mundiales». Ha advertido que se abre ahora con Trump un «ESCENARIO IMPREDECIBLE», aunque ha defendido mantener el apoyo a Estados Unidos más allá de su gobernante.