9 fantásticos campos de golf par 3 para jugar en ee. Uu.

Los campos de golf de recorrido corto están en pleno auge, y están surgiendo en complejos turísticos de todo el país. ¿Por qué? Tener menos hoyos y menos distancia ayuda, pero lo más

importante es la diversión que reina en estos tranquilos recorridos que solo tienen hoyos de par 3, en los que se espera que el jugador haga un golpe hacia el green y dos golpes suaves en el

green (putt). Si bien en su día fueron una idea remota en el mundo del golf, los campos de recorrido corto se han convertido en algo básico en los destinos de golf reconocidos, e invitan a

jugadores de todos los niveles a descansar (y, en algunos lugares, a quitarse los zapatos) y salir a jugar con solo unos palos y un putter. Por más corta que sea su distancia, estas

imaginativas trayectorias de un solo tiro, ideadas por los arquitectos más respetados del juego, son muy entretenidas. Desde uno de los campos imprescindibles para Tiger Woods en California

hasta los pinos de Carolina del Norte, aquí tienes nueve fantásticos campos cortos de acceso público que vale la pena visitar en EE.UU., donde tanto los principiantes como los jugadores con

hándicap de un dígito pueden disfrutar de un partido rápido y relajado con amigos y familiares. (Algunos enlaces en inglés) Bandon Preserve, en el complejo de golf Bandon Dunes, ofrece unas

vistas increíbles del océano Pacífico. BANDON DUNES GOLF RESORT BANDON PRESERVE, EN BANDON DUNES GOLF RESORT (BANDON, OREGÓN) CANTIDAD DE HOYOS: 13 QUÉ OFRECE: Una excursión a los

acantilados de la costa de Oregón no es una opción para los adeptos al golf, pero sí un objetivo obligatorio. Los cinco campos de longitud reglamentaria de Bandon Dunes Golf Resort se

encuentran entre los veinte primeros de la clasificación de Golf Digest de los cien mejores campos de acceso público en Estados Unidos. Sin embargo, su mayor tesoro podría ser su campo más

pequeño: Bandon Preserve, un recorrido de 13 hoyos de pura felicidad golfística. El circuito creado por Bill Coore y Ben Crenshaw, que comienza en la cima de una duna antes de dirigirse

lentamente hacia la playa, rebosa un aire escocés gracias a sus matorrales autóctonos, los vientos predominantes y las vistas del océano Pacífico que embellecen el entorno sinuoso y agitado

por el viento. Su paisaje de ensueño sin duda despertará al niño que llevas dentro, sobre todo en el último hoyo cuesta abajo de 109 yardas, donde muchos jugadores utilizan un putter desde

el tee. LO QUE PAGARÁS: $120 en temporada alta/verano FUERA DEL CAMPO: La propiedad de Bandon tiene 2,525 acres y está surcada por seis millas de senderos que invitan a todos los visitantes

a descubrir una gran variedad de flora y fauna. Si quieres darte un capricho inesperado, recorre el corto sendero Woodland Trail hasta The Labyrinth, donde un bosque costero esconde una

réplica en esteatita del laberinto de la catedral de Chartres, de Francia. Top of the Rock, en Big Cedar Lodge, fue el primer campo par 3 incluido en un torneo de golf profesional. BILL

HORNSTEIN / CORTESíA DE TOP OF THE ROCK AT BIG CEDAR LODGE TOP OF THE ROCK, EN BIG CEDAR LODGE (RIDGEDALE, MISURI) CANTIDAD DE HOYOS: 9 QUÉ OFRECE: Las montañas Ozark del suroeste de Misuri

son un espectáculo natural digno de contemplar. Debemos dar crédito al fundador de Bass Pro Shops, Johnny Morris, el visionario que creó el refugio natural Big Cedar Lodge, por situar este

destino familiar en el mapa y, en los últimos años, en el radar de los amantes del golf. Cuando Top of the Rock recibió el PGA Tour Champions en el 2014 para el torneo Bass Pro Shops Legends

of Golf at Big Cedar Lodge, se convirtió en el primer campo par 3 de la historia de este deporte en ser incluido en un torneo de golf profesional. Jack Nicklaus dirigió el diseño de los

nueve hoyos, que serpentean por terrenos tan inmaculados que te parecerá estar jugando en un jardín botánico. El paisaje está embellecido por cornejos y rododendros en flor, riachuelos,

enormes afloramientos rocosos, cascadas y trampas de arena blanca como el papel. En el primer hoyo, la salida se encuentra junto a la encantadora Chapel of the Ozarks. En el corto segundo

hoyo, darás el primer golpe directamente hacia un imponente panorama del lago Table Rock, con un green 100 pies más abajo. El sexto hoyo revela un green insular digno de la portada de una

revista antes de que el noveno, rodeado de trampas de arena, te ofrezca una vista del lago que es mejor contemplar al atardecer. LO QUE PAGARÁS: $135 para los huéspedes del complejo; $150

para el público en general en temporada alta FUERA DEL CAMPO: Súbete a un carrito eléctrico de golf y aventúrate por la cueva Lost Canyon y el sendero Nature Trail de Top of the Rock, un

recorrido autoguiado de 2.5 millas por un increíble sistema de rocas y cascadas. Pinehurst, en Carolina del Norte, cuenta con el campo de nueve hoyos Cradle Short Course. CORTESíA DE

PINEHURST THE CRADLE SHORT COURSE AT PINEHURST (PINEHURST, CAROLINA DEL NORTE) CANTIDAD DE HOYOS: 9 QUÉ OFRECE: Los golfistas experimentados llevan mucho tiempo acudiendo en masa a

Pinehurst, en la región Sandhills del centro-sur de Carolina del Norte, por la dificultad que presenta para jugar. Este paraíso de nueve campos se considera la cuna nacional del golf, y allí

se han celebrado campeonatos importantes desde la década de 1930. Está poblado de bosques de pinos de hoja larga y una topografía intacta que muchos arquitectos solo pueden soñar. Sin

embargo, no fue sino hasta la inauguración de The Cradle en el 2017 que este prestigioso destino pudo contar con un campo corto en su repertorio. El inventivo diseño de nueve hoyos de Gil

Hanse se ha ganado la reputación de constituir lo que el Golf Channel denominó “los 10 acres más divertidos del mundo del golf”. En este campo de juego salpicado de arena es difícil

argumentar lo contrario, ya que hay música en el campo, un bar al aire libre y hoyos de entre 56 y 127 yardas. LO QUE PAGARÁS: $50 con repetición gratuita de vueltas FUERA DEL CAMPO: No te

pierdas el histórico pueblo de Pinehurst, inspirado en Nueva Inglaterra, donde los visitantes pueden cenar, ir de compras o admirarlo todo desde el asiento trasero de un carruaje tirado por

caballos.