Un viaje en auto por quebec para recorrer ciudades históricas y naturaleza agreste

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Desde las históricas calles empedradas de Montreal y de la ciudad de Quebec hasta las formidables cascadas y los espectaculares fiordos de Saguenay-Lac-Saint-Jean, y con las fértiles tierras


agrícolas de Charlevoix en el medio, los visitantes que viajan por carretera en la provincia de Quebec descubrirán una sorprendente gama y profundidad de experiencias.Desde las históricas


calles empedradas de Montreal y de la ciudad de Quebec hasta las formidables cascadas y los espectaculares fiordos de Saguenay-Lac-Saint-Jean, y con las fértiles tierras agrícolas de


Charlevoix en el medio, los visitantes que viajan por carretera en la provincia de Quebec descubrirán una sorprendente gama y profundidad de experiencias. Esta propuesta de viaje sigue un


itinerario de aproximadamente 437 millas, comenzando en la metrópolis internacional de Montreal, para luego dirigirse a la ciudad vieja de Quebec, atravesando las tierras agrícolas y pueblos


portuarios de la región Charlevoix, hasta por último llegar a Saguenay y los pequeños poblados vacacionales junto al Lac-St.-Jean, la última parada en el límite donde empieza la naturaleza


“salvaje” de Quebec. Se podría pasar dos o más semanas fácilmente en esta ruta por la provincia de Quebec, explorando las incontables experiencias inmersivas metropolitanas y rutas


panorámicas campestres, pero este itinerario de una semana igualmente toca algunos de los puntos destacados que se pueden ver en un viaje rápido o que sirven de inspiración para un recorrido


más largo. Aunque este viaje por Quebec es fantástico desde la primavera hasta el otoño (e incluso en invierno para los entusiastas del esquí), es particularmente deslumbrante en otoño por


su radiante follaje otoñal y las cosechas de frutas y vinos en las zonas agrícolas. A eso súmale el aire fresco y vigorizante, y tienes el entorno perfecto para actividades al aire libre. De


septiembre a noviembre, Quebec actualiza con frecuencia su mapa de follaje otoñal de toda la provincia. Parque Mount Royal PERRY MASTROVITO / ALAMY STOCK PHOTO 1º DÍA: MONTREAL Comienza tu


recorrido de la provincia de Quebec en la ciudad de Montreal, el epicentro canadiense de gastronomía, cultura, compras e historia que puede ser un destino de vacaciones completo por sí


mismo. Para apreciar una verdadera vista general de la ciudad, empieza tu día paseando por el epónimo parque Mount Royal (en inglés). A partir de mediados de septiembre (dependiendo del


tiempo), podrás apreciar los tonos anaranjados, amarillos y rojos estallando a lo largo de los múltiples senderos del parque bordeados de árboles. Si prefieres, en cambio, otro tipo de


panorama de la ciudad, aborda La Grand Roue de Montreal, la gran rueda de la fortuna de casi 200 pies de altura, en el distrito turístico ribereño del Puerto Viejo. Avistar las luces de la


ciudad a la noche desde La Grande Roue es el complemento perfecto del panorama que viste por la mañana desde el parque Mount Royal. El famoso Cirque du Soleil de Montreal ofrece espectáculos


en una gran carpa de circo a orillas del río, pero procura comprar los boletos con anticipación porque muchas funciones se agotan. Siguiendo el tema del viaje por carretera, otra manera


divertida de explorar el paseo costero de Montreal es en bicicleta. El operador de alquiler de bicicletas Ça Roule Bike Tours (en inglés), en el Puerto Viejo, conduce recorridos guiados por


la ciudad. Toma la ruta plana e ideal para familias hasta el Puerto Viejo, a lo largo del río St. Lawrence, cruzando a la isla St. Helen para ver la singular arquitectura de la Expo 67 y la


Biosphère de la Feria Mundial de Montreal. Circunda el parque Jean-Drapeau para disfrutar el follaje otoñal (o para darte un chapuzón en verano en su complejo acuático —en inglés—). COMIDA Y


ALOJAMIENTO El Omni Mont-Royal Hotel (en inglés), a mitad de distancia entre el parque Mount Royal y el puerto, está cerca de las tiendas y de McGill University, lo que lo convierte en una


buena base para tu visita a Montreal. Si vas en busca de un destino completo donde degustar las variadas opciones gastronómicas de Montreal, dirígete al Time Out Market en el centro


comercial Eaton Centre de la ciudad (a corta distancia a pie del Omni), que con sus 40,000 pies cuadrados de superficie y 16 restaurantes locales ofrece una selección de comidas de todo el


mundo. En el distrito del Puerto Viejo, almuerza en La Cantine, el nuevo restaurante con terraza. Y por supuesto que no puedes marcharte de la ciudad (o la provincia) sin probar el plato por


excelencia de la región: la <italic>poutine</italic>, especialidad que consiste en papas fritas con requesón, salsa de carne y toda clase de ingredientes añadidos. El sitio


ideal donde probarla es en Montreal Poutine, cerca del Puerto Viejo. Ciudad vieja de Quebec RASVAN ILIESCU / ALAMY STOCK PHOTO 2º DÍA: CIUDAD DE QUEBEC La ciudad de Quebec, a unas 170 millas


—tres horas y media por carretera desde Montreal—, es una ciudad más pequeña y con más historia preservada que su hermana mayor al sudoeste. Cuando recorres a pie las calles empedradas de


la ciudad vieja de Quebec, pasando por callejones llenos de tiendas en el distrito Petit-Champlain, verás iglesias, murallas y monumentos de cientos de años de antigüedad. Fortifícate para


este recorrido por la ciudad con helados, dulces con jarabe de arce y, por supuesto, más_ poutine_. Observa y escucha cómo el pasado cobra vida en Quebec participando en una caminata


histórica con Cicerone Tours (en inglés), cuyos guías ataviados con trajes de la época interpretan personajes del siglo XVIII y ofrecen una perspectiva personal de la ciudad, relatando las


historias de sus propias familias que trabajaban y vivían en los edificios circundantes. COMIDA Y ALOJAMIENTO El Fairmont Le Château Frontenac, que se alza majestuoso sobre la ciudad como un


castillo en una montaña, es el alojamiento icónico de la ciudad de Quebec, con cientos de habitaciones renovadas y lujosas áreas públicas. Vale la pena visitarlo solo por sus bufés de


desayuno. Cena en La Bȗche en la ciudad vieja para probar la gastronomía tradicional de Quebec, que incluye pastel de carne con puré de papas y _poutine_ casera con una salsa de jarabe de


arce y whisky. Visita el bar-restaurante Archibald Micro para probar las cervezas artesanales de la casa, que combinan de maravilla con sus hamburguesas.