Estrategias para no ir al baño tan seguido

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¿Te pasas todo el día corriendo al baño? ¿O te despiertas varias veces por la noche para orinar? Si vas más de ocho veces al día y más de una vez por la noche, quizá tengas lo que los


médicos llaman micción frecuente. Se trata de un trastorno común entre los adultos mayores, aunque puede afectar a personas de cualquier edad. Muchas personas que orinan con frecuencia


también tienen una vejiga hiperactiva, un trastorno que produce una necesidad urgente de orinar que surge de repente y es difícil de controlar. Si no llegas al baño con suficiente rapidez,


la orina se puede escapar. Según la Urology Care Foundation, hasta el 30% de los hombres y el 40% de las mujeres tienen este problema al menos en ocasiones. De por sí, orinar con frecuencia


no es perjudicial. Sin embargo, puede ser vergonzoso y molesto, sobre todo si esa sensación de urgencia te impide hacer las actividades que te gustan, como emprender viajes largos o hacer


senderismo. Además, si te despiertas con frecuencia para orinar durante la noche, la alteración del ciclo del sueño se ha vinculado a problemas de salud como diabetes, cardiopatías y 


demencia. NO ES UNA CONSECUENCIA NORMAL DEL ENVEJECIMIENTO Muchos adultos mayores suponen que orinar continuamente es una parte normal del envejecimiento, pero no es así, señala Elizabeth


Braxton, uroginecóloga del Novant Health Pelvic Health Center en Greensboro, Carolina del Norte. “Sin duda sucede con más frecuencia con el paso de los años, pero no es normal”, explica. Si


sientes que orinas con demasiada frecuencia —o si siempre estás pensando en dónde estará el baño más cercano— deberías hablar con tu médico sobre las posibles causas, aconseja Braxton. La


micción frecuente puede ser un síntoma de un trastorno más grave, como diabetes, infección de las vías urinarias, cistitis intersticial o agrandamiento de la próstata. También puede ser un


efecto secundario de ciertos medicamentos, sobre todo de los diuréticos. A veces, el simple hecho de cambiar la forma y el momento de tomar los medicamentos puede producir un gran cambio,


indica Braxton. Aunque no exista una enfermedad subyacente que cause el problema de micción frecuente, eso no significa que tengas que vivir de esa manera. Si tomas las siguientes medidas,


puedes reducir la necesidad constante de orinar. 1. BEBE AGUA CON PRUDENCIA Si bebes mucho durante el día, reducir la cantidad de agua puede disminuir notablemente la frecuencia de la


micción. Muchas personas beben los ocho vasos de agua diarios que se suelen recomendar, pero esa cantidad carece de fundamento científico, según Karyn Eilber, uróloga certificada del


Cedars-Sinai Medical Center en Los Ángeles. “Si una persona corpulenta trabaja al aire libre y suda, es probable que necesite beber más que esa cantidad”, explica Eilber. “Sin embargo, una


persona pequeña que se sienta todo el día frente a un escritorio quizá necesite mucho menos que eso. Me paso la mitad del día diciendo a la gente que bebe demasiado líquido”. Ahora bien, si


no bebes suficiente, eso también puede provocar más visitas al baño, advierte Aleece Fosnight, médica adjunta certificada y especializada en urología en Aeroflow Urology, cerca de Asheville,


Carolina del Norte. “Parece contradictorio, pero la orina está compuesta por productos de desecho, y es muy irritante para el organismo”, explica Fosnight. “Cuanto más concentrada es la


orina, mayor es la irritación, y eso provoca la necesidad de ir al baño”. Entonces, ¿qué cantidad de líquido debes beber? Lo mejor es que te dejes guiar por la sed, pero intenta beber un


mínimo de 40 onzas de líquido por día, es decir, alrededor de cinco vasos. El color de la orina debe ser de amarillo pálido a intermedio. 2. MODIFICA LA DIETA Abandonar los alimentos y las


bebidas que causan problemas de vejiga puede ayudarte a orinar con menos frecuencia.