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1. ADHIÉRETE A LAS RECOMENDACIONES Las pautas dietéticas recomiendan consumir no más de 2,300 mg de sodio diarios, el equivalente a aproximadamente una cucharadita de sal. “Eso puede
parecer mucho hasta que te fijas en cómo se reparte a lo largo del día”, dice Lendway. El aspecto positivo es que las investigaciones indican que nuestro gusto o preferencia por la sal puede
disminuir si reducimos gradualmente la cantidad que consumimos. “A las personas les resulta frustrante, pero la sal puede afectarles la salud en forma muy marcada”, dice Lendway. “Me gusta
decirles que, con el tiempo, eso mejora. No es fácil, pero hay que continuar haciéndolo”. CORTESia de CDC.GOV 2. EVITA LOS ALIMENTOS PROCESADOS Los alimentos procesados incluyen productos
cocidos, enlatados, congelados o envasados que se conservan o preparan de una manera que modifica su composición nutritiva. Más del 40% del sodio que consumimos proviene de solo diez tipos
de comida, incluidos los panes, los bollos y las pizzas, que encabezan la lista de las mayores fuentes de sodio que se consumen en el país. Para evitar los alimentos procesados, busca
alternativas que tengan menos del 5% del valor diario de sodio por porción. Considera las verduras y frutas frescas u otros productos con la etiqueta “no salt added” (sin sal agregada) o “no
sodium” (no contiene sodio). Si decides comprar alimentos envasados o preparados, busca los que tengan una etiqueta que indique que contienen poco sodio (“low” o “reduced sodium”). Las
comidas preparadas no deberían contener más de 600 mg de sodio por comida, de acuerdo con las recomendaciones de los CDC. 3. PRUEBA OTRAS MANERAS DE “SALAR” LA COMIDA Además de las sales con
bajo contenido de sodio, como Morton’s Lite Salt y Lo Salt, que son mezclas de sal y cloruro de potasio, hay otras formas de sazonar la comida sin agregar más sodio. Prueba con ajo, jugos
cítricos, condimentos sin sal y otras especias. Mientras tanto, evita salsas, mezclas y productos instantáneos como el arroz saborizado, que pueden estar sobrecargados de sodio agregado.
Opta por arroz, frijoles y otros alimentos secos en su forma más básica o menos procesada y sazónalos tú.