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Sí. La Parte B de Medicare, que cubre los servicios médicos y ambulatorios, paga una vacuna contra la gripe cada temporada, desde el otoño hasta el invierno y principios de la primavera.
Dado que las vacunas contra la gripe se consideran servicios preventivos gratuitos, la Parte B cubre la inmunización sin deducibles ni copagos, siempre que elijas un proveedor o una farmacia
que acepte asignaciones de Medicare. Esto significa que cualquiera de los dos acordó aceptar el pago aprobado por Medicare como reembolso total por la vacuna. Si tienes cobertura a través
de un plan privado Medicare Advantage, en lugar de Medicare Original, ese plan también debe pagar una vacuna contra la gripe por temporada sin deducibles ni copagos. Medicare Advantage puede
requerir que elijas un proveedor o una farmacia dentro de la red. ¿CUÁNDO DEBO VACUNARME CONTRA LA GRIPE? Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) recomiendan que
la mayoría de las personas mayores de seis meses se vacunen contra la gripe cada temporada de gripe, idealmente en septiembre u octubre, para que pueda ser completamente efectiva cuando los
casos aumentan cada octubre. Los CDC recomiendan que los adultos mayores de 65 años se administren una vacuna de alta dosis o con adyuvante. Las personas mayores de 65 años corren un mayor
riesgo de sufrir complicaciones graves si contraen la gripe, como neumonía bacteriana, infecciones de oído e infecciones de los senos paranasales. También puede empeorar enfermedades
crónicas como asma, insuficiencia cardíaca congestiva o diabetes. Una vacuna de dosis alta o con adyuvante ofrece una mayor protección a los adultos mayores, muchos de ellos con sistemas
inmunológicos debilitados debido a la edad, dicen los funcionarios de los CDC. El sistema inmunológico de los adultos mayores también genera menos anticuerpos en respuesta a las dosis de
vacunas estándar, y esos anticuerpos permanecen presentes por menos tiempo en comparación con las personas más jóvenes. Un adyuvante es un ingrediente de la vacuna que ayuda a promover una
mejor respuesta inmunitaria. También puede reducir la cantidad de virus necesaria para la producción de una vacuna, lo que puede permitir un mayor suministro de esta.