5 años después, los adultos mayores siguen siendo los más afectados por covid 

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El Dr. Anthony W. Okolo estaba realizando su segundo año de residencia médica en el Bronx a principios del 2020. "Recuerdo cuando empezamos a escuchar mucho sobre COVID. La información


llegaba en oleadas de intensidad; esa es la mejor manera en que puedo describirlo", dice Okolo, quien ahora es médico de asistencia hospitalaria y geriatra en el Hospital del Condado de


Kings, en Brooklyn, Nueva York. Al principio, recuerda haber oído hablar sobre el brote en el extranjero; luego el virus llegó a EE.UU. "Y luego el hospital se convirtió en un centro


de tratamiento contra la COVID", explica. Las camas estaban llenas de pacientes, y muchos de ellos eran personas mayores. See more Seguro offers > En Chicago ocurría algo similar.


"Teníamos muchísimos pacientes", afirma Landon. "Llegó un momento en que casi el 50% de nuestro hospital estaba ocupado solo por pacientes con COVID. Es decir, fue algo


increíble". A mediados de abril del 2020, aproximadamente un mes después de que comenzaron los confinamientos, la tasa de hospitalizaciones entre los adultos de 65 años o más era de


30.7 por cada 100,000 personas, según los datos de los CDC (en inglés). Entre los adultos menores de 50 años, la tasa era mucho más baja: 5.1 por cada 100,000. "No teníamos ninguna


inmunidad natural en absoluto", dice Landon sobre el coronavirus en el 2020. Eso ha cambiado con el desarrollo de las vacunas y con las infecciones continuas. Aun así, el virus continúa


acechando a los adultos mayores. A principios de enero del 2025, la tasa de hospitalizaciones por COVID-19 entre los adultos menores de 50 años era de 1.0 por cada 100,000 personas; entre


los individuos de 65 años o más, era de 18.3. EFECTOS PERSISTENTES DE LA COVID La infección inicial no es lo único que afecta de manera desproporcionada a la población mayor. "Algunas


investigaciones sugieren que la COVID-19 tiene más probabilidades de persistir en las personas mayores. Esto puede provocar síntomas nuevos o persistentes, un fenómeno conocido como COVID


prolongada". Un estudio de los CDC determinó que 1 de cada 4 adultos de 65 años o más ha desarrollado al menos un problema de salud a largo plazo como resultado de la COVID-19. Otro


estudio a gran escala publicado en la revista _BMJ_ descubrió que casi 1 de cada 3 adultos mayores de 65 años buscó atención médica por síntomas nuevos o persistentes de COVID semanas


después de su enfermedad inicial. Mesa, la residente de Queens que contrajo COVID en el 2022, es uno de ellos. Aproximadamente un mes después de enfermarse de COVID-19, fue a ver a su médico


por una tos persistente y un agotamiento prolongado. Su médico sospechaba que era COVID prolongada, pero quería darle un poco más de tiempo para ver si los síntomas desaparecían. A veces, a


las personas con enfermedades subyacentes les toma más tiempo volver a la normalidad, le dijeron a Mesa. Mesa en un momento de descanso en su dormitorio. Frankie Alduino Esperaba que para


el cuarto mes, se sentiría mejor. "Eso no es lo que pasó", dice Mesa, quien fue diagnosticada con COVID prolongada y ahora es defensora de pacientes para la Long COVID Alliance.


Más de dos años después de contraer COVID-19, todavía sufre (en inglés) los efectos de la enfermedad. Tareas cotidianas como ducharse y conducir pueden ser agotadoras. Si sale a cenar con


amigos, se siente agotada durante los siguientes dos días. Si sube escaleras, "los ataques de tos vuelven a aparecer", explica Mesa. Ha notado que sus síntomas de COVID prolongada


han mejorado con medicamentos, terapias y cambios en su rutina, pero aún no ha vuelto a ser la misma que era antes de la pandemia. Sin embargo, dice que se siente "más que


afortunada" e intenta concentrarse en lo que puede hacer en lugar de lo que no puede.