3 terapias de estimulación cerebral para tratar la depresión

feature-image

Play all audios:

Loading...

El tratamiento parece ser particularmente eficaz entre los adultos mayores, que pueden experimentar alivio más rápidamente. “A medida que las personas envejecen, es menos probable que su


depresión responda al tratamiento, pero la TEC funciona muy bien en esta población”, explica el Dr. Mark George, profesor de Psiquiatría, Radiología y Neurociencias y director del Brain


Stimulation Lab de la Universidad Médica de Carolina del Sur en Charleston. Fue uno de los primeros creadores de las terapias de estimulación cerebral de hoy en día. Durante la TEC, las


corrientes eléctricas pasan por partes clave del cerebro del paciente, incluido el lóbulo frontal, que está relacionado con la regulación del estado de ánimo. El objetivo es inducir una


pequeña convulsión que “restablece la actividad en el cerebro”, dice George. Para prevenir el dolor y las lesiones, los pacientes reciben anestesia general y relajantes musculares. Por lo


general, se necesitan dos o tres tratamientos semanales durante tres o cuatro semanas para sentirse mejor. ¿Las desventajas? Muchos pacientes recaen después de unos seis meses y necesitan


repetir los tratamientos. La TEC también está asociada con la pérdida de memoria a corto plazo. “Hacemos todo lo posible para minimizar eso con los ajustes eléctricos que usamos hoy en día”,


dice Reti. “Sin embargo, puede ser un efecto secundario significativo para algunos pacientes”. La TEC también causa aumentos en la presión arterial, lo cual puede implicar un problema para


algunas personas mayores. “Nos preocupa especialmente el delirio en los pacientes mayores”, que puede ser el resultado de la convulsión, agrega Reti. “Eso los pone en riesgo de una caída


durante las semanas en que reciben la terapia, lo que puede ser peligroso”. Por suerte, solo alrededor del 6% de los pacientes experimentan presión arterial alta como resultado y menos


experimentan delirio (en inglés). Entretenimiento Paramount+ 10% de descuento en cualquier plan de Paramount+ See more Entretenimiento offers > ESTIMULACIÓN MAGNÉTICA TRANSCRANEAL, O EMT


Con la estimulación magnética transcraneal, se coloca una bobina que genera un campo magnético en la cabeza del paciente y esta envía impulsos eléctricos a la corteza prefrontal, la región


del cerebro asociada con la planificación y regulación de las emociones. No se entiende por completo cómo funciona, pero se cree que activa regiones del cerebro que se reprimen como


resultado de la depresión.  La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) aprobó la estimulación magnética transcraneal para su uso contra la depresión resistente al tratamiento en el


2008. Pero el interés ha aumentado más recientemente debido a los nuevos protocolos de tratamiento que mejoran el estado de ánimo en menos tiempo. Con la estimulación magnética transcraneal


convencional, los pacientes reciben tratamiento una vez al día, cinco días a la semana, durante cuatro a seis semanas. Con los nuevos protocolos, los investigadores están administrando más


impulsos eléctricos por sesión y más sesiones en un día durante un total de cinco días. “Las personas tienen una rápida mejoría en el estado de ánimo durante ese período”, dice Reti. Con uno


de los nuevos protocolos, aprobados por la FDA en el 2022, casi el 80% de los pacientes experimentaron alivio de sus síntomas, y es probable que las personas mayores se beneficien del


tratamiento tanto como las más jóvenes.  En comparación con la terapia electroconvulsiva, la estimulación magnética transcraneal tiene varias ventajas. “La EMT no causa convulsiones, no


implica el uso de anestesia ni ocasiona pérdida de la memoria y no tiene efectos secundarios cognitivos”, afirma Reti. Eso podría hacer que sea más atractiva para los adultos mayores. Los


efectos secundarios que se observan con mayor frecuencia con la EMT, como dolor en el cuero cabelludo y dolores de cabeza, generalmente son leves. Los efectos secundarios más graves, como


convulsiones y pérdida auditiva, son muy poco comunes.   “Esto es realmente revolucionario”, dice George, quien realizó algunos de los estudios que llevaron a la aprobación de la FDA.