Síntomas y tratamientos para la diverticulitis

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Algunos médicos recetan antiespasmódicos para controlar los cólicos. Calmantes tradicionales como la menta y las almohadillas térmicas también pueden ayudar, señala Stollman. COMPLICACIONES


Y RECURRENCIAS Cerca de un 12% de quienes tienen diverticulitis padecen complicaciones inmediatas, tales como un absceso de pus, una infección en el revestimiento del abdomen o una


inflamación tan fuerte que obstruye el colon, según la Asociación Estadounidense de Gastroenterología. A esos pacientes por lo general los hospitalizan; algunos necesitarán una intervención


quirúrgica. Stollman dice que es poco común que una diverticulitis cause la muerte y que la mayoría de esas muertes están relacionadas con complicaciones quirúrgicas. Una vez que pase la


crisis inicial, a los pacientes les interesa saber qué hacer para evitar una recurrencia. Hay cerca de un 20% de probabilidades de padecer una segunda crisis en menos de 10 años, según las


investigaciones. Después de que alguien haya tenido dos crisis, corre mayor riesgo de padecer otras, y el riesgo aumenta con cada episodio subsiguiente. Por eso, algunas personas deciden


someterse a una operación quirúrgica para extirpar la sección afectada del colon. Las investigaciones sobre el uso más adecuado de estas cirugías electivas están en curso. No se ha


demostrado que ningún medicamento ni suplemento pueda prevenir una diverticulitis recidivante. Y se ha demostrado que algunos de los consejos nutricionales que antes les daban a los


pacientes son incorrectos; en particular, que ingerir nueces, semillas y palomitas de maíz aumenta el riesgo de diverticulitis. En realidad, varias investigaciones sugieren (en inglés) que


quienes consumen esos alimentos parecen correr menor riesgo. En cambio, a quienes corren el riesgo de padecer una diverticulitis, los médicos les recomiendan: * Consumir una dieta rica en


fibra (frutas, verduras, cereales y legumbres) y sin demasiada carne roja.​ * Hacer suficiente ejercicio. El ejercicio vigoroso puede ayudar mucho. * Mantener un peso saludable. * No fumar.


* Evitar los antinflamatorios no esteroides. Una excepción, si lo recomienda tu médico, es tomar aspirina para prevenir ataques al corazón y derrames cerebrales. Hay quienes se sienten


frustrados y culpables porque sufren crisis repetidas a pesar de que llevan un estilo de vida saludable, señala Strate. Agrega que puede ser útil saber que aproximadamente el 50% del riesgo


de diverticulitis es genético. Luego de una crisis de diverticulitis, algunas personas sienten síntomas continuos que son menos intensos, como hinchazón y cólicos. Una teoría predominante es


que después de una diverticulitis, el colon se vuelve más sensible, lo que causa síntomas parecidos a los del síndrome del intestino irritable. Algunas personas con diverticulosis, pero sin


antecedentes de diverticulitis, también dicen que tienen estos tipos de problemas digestivos. Sin embargo, según dicen los expertos, no se sabe si sus síntomas se deben a la enfermedad.