Actividades que te ayudan a mantener un cerebro sano

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ACTIVIDADES MENTALES. Se halló una reducción del 23% en el riesgo de demencia entre los participantes cuyos pasatiempos incluían leer libros, revistas o periódicos; mirar televisión;


escuchar la radio; hacer caligrafía; jugar a las cartas o a las damas; hacer crucigramas u otros tipos de rompecabezas; tocar instrumentos musicales; navegar por internet; pintar, o hacer


manualidades. ACTIVIDADES FÍSICAS. Se halló una reducción del 17% en el riesgo de demencia entre los participantes cuyas actividades incluían caminar para ejercitarse, hacer senderismo,


trotar o correr, nadar, subir escaleras, montar bicicleta, usar máquinas de ejercicio, jugar juegos de pelota o de raqueta, participar en ejercicios grupales, hacer chi kung o yoga,


practicar calistenia o bailar. Entretenimiento Paramount+ 10% de descuento en cualquier plan de Paramount+ See more Entretenimiento offers > ACTIVIDADES SOCIALES. Se halló una reducción


del 7% en el riesgo de demencia entre los participantes cuyas actividades incluían tomar una clase de su interés, inscribirse en un centro social, participar en trabajos voluntarios,


reunirse con amigos o familiares, asistir a actividades religiosas o participar en debates grupales organizados. “Este metaanálisis sugiere que mantenerse activo tiene sus beneficios, y hay


numerosas actividades que se pueden incorporar con facilidad a la vida diaria y pueden ser beneficiosas para el cerebro”, dijo Lu. Observó también que el metaanálisis tenía limitaciones,


entre ellas el hecho de que el seguimiento de los participantes no se realizó por un período prolongado. Más de un tercio de los estudios hicieron seguimiento por menos de seis años. Los


estudios futuros se beneficiarían con la inclusión de una mayor cantidad de participantes y con seguimientos durante períodos más largos, sugirió Lu. También expresó en el informe que solo


un puñado de los estudios analizados incluyeron actividades sociales y que no fue posible investigar en qué medida los participantes realizaron los tres tipos de actividades, lo que hace


difícil determinar “el verdadero impacto” que tiene la participación en pasatiempos sociales en la reducción del riesgo de demencia. Otros investigadores advierten que la relación de causa y


efecto no está tan clara. Un estudio publicado en _The Lancet_ (en inglés) el año pasado observó que “mucho tiempo antes del diagnóstico de demencia, hay una reducción progresiva de varias


actividades mentales y físicas, principalmente porque su aparición gradual causa inactividad, no porque la inactividad cause demencia”. El estudio de _Lancet_ incluyó a aproximadamente


850,000 mujeres en el Reino Unido, a quienes se les hizo seguimiento por hasta 16 años. Las asociaciones entre la falta de participación en actividades de recreación y la demencia no se


mantuvieron a lo largo del tiempo.   El estudio llegó a la siguiente conclusión: “Las asociaciones halladas durante la primera década, junto con la falta de asociaciones durante la segunda


década, son similares a las asociaciones observadas con otras actividades, tal como la inactividad física. Tomadas en conjunto, proporcionan sólida evidencia de que las manifestaciones


tempranas de la enfermedad reducen en forma progresiva la participación en varias actividades mentales y físicas a lo largo de varios años antes de que se mencione la demencia en los


expedientes hospitalarios, y que la participación en tales actividades tiene un efecto mínimo o nulo en la incidencia de la demencia”.