Cómo tener unas pestañas largas, bonitas y seguras

BENEFICIOS Con la gran variedad de extensiones que hay para elegir —de diferente longitud, grosor, material y tipo de ondulación—, un estilista puede transformar los ojos de una mujer. “Por

ejemplo, en las mujeres de 50 años o más, las pestañas naturales comienzan a perder volumen y los párpados exteriores pueden comenzar a descender levemente”, explica Richardson. “Mediante el

uso de pestañas de diversas longitudes, podemos crear volumen donde no existe y realmente levantar los ojos”. GETTY IMAGES POSIBLES COMPLICACIONES Una de las posibilidades es la

hipersensibilidad o dermatitis por contacto, que se produce por una reacción alérgica a las pestañas mismas o al adhesivo que se utiliza para fijar las extensiones en su lugar. Los solventes

que se utilizan para quitar las extensiones, los parches de gel que se colocan debajo de los ojos o la cinta que se utiliza para cubrir las pestañas inferiores también pueden causar

problemas. Esto puede provocar una irritación que se manifiesta con enrojecimiento, comezón o ardor. “Incluso he visto personas que tienen tanta hinchazón que después no pueden abrir los

ojos”, señala la Dra. Ilyse Haberman, oftalmóloga afiliada a NYU Langone Hospitals, en la ciudad de Nueva York. Si sientes ardor o lagrimeo durante la aplicación, dilo. OTRO PELIGRO: si las

extensiones son demasiado pesadas, ejercen peso sobre las pestañas naturales y producen quiebres o incluso desprendimiento. El College of Optometrists de Londres advirtió que “el uso

repetido de extensiones de pestañas puede provocar alopecia por tracción, un trastorno en el que el vello se cae debido a la tensión excesiva que se ejerce sobre el tallo del pelo. En

consecuencia, se puede dañar el folículo piloso, lo que puede retrasar e incluso interrumpir la producción de vello”. Estas zonas sin vello no son solo un problema de estética. “Una de las

funciones de las pestañas es proteger los ojos ayudando a despejar las partículas”, explica Thau. “Si pierdes suficientes pestañas —que a veces no vuelven a crecer—, te expones a tener

problemas oculares en el futuro”. También pueden aparecer complicaciones después del procedimiento. Las mujeres que desean que esas costosas extensiones permanezcan en su lugar durante el

mayor tiempo posible pueden descuidar la higiene. Esto favorece la acumulación de partículas en las pestañas y en las glándulas sebáceas que recubren los bordes de los párpados, lo que puede

causar blefaritis (una inflamación del párpado y la línea de las pestañas) y orzuelos (por una infección bacteriana en las glándulas sebáceas). Es más, “corres un mayor riesgo de que

aparezcan ácaros en la base de la línea de las pestañas, porque se sienten atraídos por las bacterias y la piel muerta que no se elimina”, explica Arian Fartash, optometrista y propietaria

de Corona Vision Center, en el sur de California. Entretenimiento Paramount+ 10% de descuento en cualquier plan de Paramount+ See more Entretenimiento offers > CÓMO REDUCIR EL RIESGO DE

COMPLICACIONES ADOPTA UNA BUENA HIGIENE. Lava las pestañas y los bordes de los párpados todas las noches antes de acostarte para que se mantengan limpios. “Los productos elaborados con

aceite descompondrán la fijación adhesiva y causarán el desprendimiento prematuro de las pestañas”, advierte Fartash, quien en cambio recomienda que los pacientes usen We Love Eyes, un

limpiador espumoso sin aceite. Otra opción, según Fartash, es un pulverizador hipocloroso para limpiar los párpados. “Un sellador de pestañas también puede ser útil”, agrega Richardson. “Al

igual que una capa superior de esmalte de uñas, crea una barrera protectora alrededor del adhesivo, lo bloquea en su lugar y lo protege contra la suciedad, el aceite y el maquillaje”.

INVESTIGA POR TU CUENTA. Encuentra un salón de belleza y un estilista de confianza. La mayoría de los estados, aunque no todos, requieren que tengan licencia. Pregúntale a la estilista

cuántos procedimientos ha realizado. “Lee las reseñas en internet para averiguar lo que dice la gente sobre su trabajo y mira fotografías de antes y después en su sitio web”, recomienda

Fartash, quien conoce una gran cantidad de historias terribles de pacientes que no investigaron lo suficiente. “Hay personas que van a los salones de uñas para ponerse extensiones y terminan

con las pestañas pegadas debajo de los párpados y que les rozan los ojos cada vez que parpadean”. COMPRUEBA QUE EL SALÓN TENGA BUENA HIGIENE. Los empleados deben lavarse las manos y

esterilizar los instrumentos después de atender a cada cliente. SOLICITA UNA PRUEBA DE CONTACTO. “Si te colocarán extensiones por primera vez, pídele al estilista que te haga una prueba de

contacto en la muñeca para asegurarse de que no eres alérgica al pegamento”, recomienda Haberman. Sin embargo, no olvides que aunque no tengas una reacción en el salón, es posible tenerla

hasta tres días después.