
- Select a language for the TTS:
- Spanish Female
- Spanish Male
- Spanish Latin American Female
- Spanish Latin American Male
- Language selected: (auto detect) - ES
Play all audios:
Sabemos que el coronavirus puede tener un profundo efecto en todo, desde el corazón hasta el cerebro. Sin embargo, los dentistas están comenzando a considerar si también puede tener un
efecto en los dientes. Según una encuesta que llevó a cabo la American Dental Association entre sus socios, la pandemia ha producido un aumento del 59% en los casos de rechinamiento y
opresión en los dientes (o bruxismo), un aumento del 53% en los casos de grietas y fisuras dentales y un aumento del 53% en los casos de dolor y limitación de movimiento de la mandíbula y
los músculos circundantes, lo que se conoce como trastorno temporomandibular (TMD). El Dr. Matthew Messina, odontólogo y director de la clínica dental Ohio State University Upper Arlington
Dentistry, advierte que fabricó más protectores dentales (que reducen el rechinamiento de los dientes) durante dos meses de la pandemia que en todo el año 2019. La Dra. Leila Jahangiri,
odontóloga, profesora clínica y presidenta del Departamento de Prostodoncia de la Facultad de Odontología de New York University, reporta que tiene un paciente de 62 años con nueve fracturas
dentales. ¿Qué es lo que sucede? ¿Podría existir un vínculo entre el coronavirus y los problemas dentales, como una fragilidad dental repentina que produce fracturas con regularidad? Un
artículo reciente que se publicó en _The New York Times_ planteó esa misma pregunta y citó varios problemas dentales —desde la caída inesperada hasta un repentino color grisáceo— entre
algunas personas que se han recuperado de lo peor del coronavirus pero que tienen síntomas de COVID-19 que aún persisten. En este momento, los dentistas parecen preferir esperar a ver qué
sucede. “Sabemos que, aparentemente, hay una gran variedad entre las tantas manifestaciones del coronavirus y el modo en que reaccionan las personas”, explica el Dr. Stephen Shuman,
odontólogo, profesor y director del Oral Health Services for Older Adults Program en la Facultad de Odontología de University of Minnesota. "También sabemos que existe un vínculo entre
la salud bucal, la salud general y la salud sistémica”. Sin embargo, señala Shuman, puede que exista o no un vínculo directo entre el virus en sí y la salud dental. “Sin duda, estamos
recibiendo informes de personas estresadas que hacen rechinar y oprimen los dientes, lo que causa problemas”, señala. “Pero eso se debe al estrés y no necesariamente al coronavirus”. Como
explica Messina, ese movimiento excesivo de la boca es en realidad parte de la respuesta de lucha o huida del cuerpo. Cuando enfrentamos una amenaza, el organismo libera hormonas que ayudan
a obtener energía rápidamente. Por supuesto que no podemos luchar físicamente contra el estrés mental, por lo que el cuerpo busca una salida para consumir ese exceso de energía, por ejemplo,
al apretar y hacer rechinar los dientes. Además, es cierto que en ese caso los dientes más antiguos estarán en peor situación. Si bien cuando somos más jóvenes la cubierta protectora
externa (conocida como esmalte) es más fuerte que el hueso, se vuelve más frágil con la edad. Además, la presión del rechinamiento puede ejercer hasta 250 libras de fuerza en los dientes que
ya son vulnerables. En un comienzo, las grietas finas se producen solo en el exterior del esmalte. Sin embargo, existe la posibilidad de que con el tiempo estas grietas se extiendan y
lleguen a la capa interna, o dentina. Y es ahí cuando comienzan los problemas. Estos son los métodos para controlar el rechinamiento, mantener los dientes fuertes y los empastes intactos, y
mantenerte lejos del temido taladro dental.