Cómo se siente tener un ataque de pánico

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Klein empezó a tener ataques de pánico a los 16 años, cuando murió su madre. A lo largo de los años, dice que su ansiedad la ha hecho atravesar momentos duros de alcoholismo y adicción,


largos períodos de aislamiento y muchas visitas a la sala de emergencias. Diez años atrás, a la edad de 53, seguía padeciendo frecuentes ataques de pánico, aunque ya había superado sus


adicciones. Su médico, preocupado, la convenció de que probara la psicoterapia y empezó a acudir a un terapeuta cognitivo-conductual especializado en ansiedad. El terapeuta la ayudó a


procesar el trauma de su pasado y la enseñó a controlar su ansiedad antes de que se agravara. "Descubrí que nunca había procesado lo que me había sucedido", dice Klein. Sus ataques


de pánico se hicieron menos frecuentes y se enfocó en hacer ejercicio, disfrutar de su jubilación y pasar tiempo con su hijo y otros familiares. Al morir su padre en enero, Klein temía que


pudiera recaer, pero encontró maneras saludables de expresar su tristeza. "Después de su muerte, no tuve ni un solo ataque de pánico", indica. Aunque ahora casi nunca sufre ataques


de pánico, Klein sigue siendo miembro de grupos de apoyo en internet y a menudo proporciona motivación a otras personas que enfrentan este problema. "Poder ayudar a otros es una


sensación maravillosa", dice. Qué hace para superarlo: hace ejercicio todos los días ("Es una gran ayuda"), y usa una aplicación llamada Calm para meditar y hacer ejercicios


de respiración profunda. Si siente que va a tener un ataque, sale a caminar o se sienta en una silla con los pies elevados y se concentra en su respiración. "Tengo que convencerme a mí


misma", explica. "Incluso después de todos estos años, sigue siendo muy duro. Pero he aprendido a controlarlo desde hace ya casi tres años". "PENSÉ QUE ESTABA SUFRIENDO


UN ATAQUE CARDÍACO". NICHOLAS RUGGIERO, 42 AÑOS, DUMFRIES, VIRGINIA. El sargento de policía Nicholas Ruggiero estaba preparando su almuerzo para llevarlo al trabajo una mañana en


octubre del 2018, cuando su corazón empezó a palpitar fuertemente. Se sintió acalorado y sudoroso y tenía dificultad para respirar. De pronto la habitación empezó a dar vueltas. Cuando se


desplomó sobre el suelo su esposa marcó el 911. "Pensé que estaba sufriendo un ataque cardíaco", recuerda Ruggiero. Una ambulancia lo llevó urgentemente al hospital donde le


hicieron un examen completo. Después el médico le dio a Ruggiero un diagnostico inesperado: estaba sufriendo un ataque de pánico. "Al principio empecé a reír", dice Ruggiero.


"Como agente de policía había estado en muchas situaciones estresantes —tiroteos, homicidios— y nunca había sentido pánico. ¿Cómo podía estar sufriendo un ataque de pánico?".


Resultó que el estrés causado por su trabajo se había acumulado con el tiempo y había provocado el ataque. En los dos años desde entonces, Ruggiero calcula que ha tenido otros 100 ataques de


pánico, pero los medicamentos y los cambios en su estilo de vida lo han ayudado a reducir su frecuencia. Ruggiero pensó que sus ataques continuarían disminuyendo al jubilarse de su trabajo


de policía la primavera pasada, pero la llegada del coronavirus y su intento de cambiar de carrera durante la pandemia crearon un nuevo tipo de ansiedad. Qué hace para superarlo: Ruggiero


acude a un terapeuta dos veces al mes, da largas caminatas y dedica mucho tiempo a escribir y dibujar, lo cual le ayuda a aliviar su ansiedad. También toma un medicamento contra la ansiedad


y evita los lugares concurridos, porque pueden ser un factor desencadenante. Cuando nota que va a tener un ataque, busca el área tranquila más cercana, cierra los ojos y se concentra en la


respiración profunda. "Me pongo los AirPods y escucho música muy relajante, y eso me ayuda a recuperarme rápidamente". "PARECE QUE TE ESTÁS MURIENDO Y VOLVIÉNDOTE LOCA AL


MISMO TIEMPO". CHERYL POLDRUGACH, 53 AÑOS, DALLAS, TEXAS Durante 30 años, Cheryl Poldrugach ocultó sus ataques de pánico de su familia y sus amigos. Cuando tenía ansiedad les decía que


estaba enferma o que tenía una "gripe estomacal". A veces se perdía eventos importantes, como graduaciones y celebraciones de días festivos, y cancelaba a último momento cuando un


ataque la dejaba hecha un ovillo en el piso del baño. Poldrugach dice que el secretismo contribuyó a su divorcio hace 10 años y creó conflictos con amigos y familiares. "Era algo muy


debilitante", dice. "Notas un sudor frío, pero al mismo tiempo es como si estuvieras ardiendo, y te pones a temblar. Sientes que tu corazón va a estallar. Parece que te estás


muriendo y volviéndote loca al mismo tiempo, y no sabes si puedes continuar". No fue hasta el año pasado, cuando la hija adolescente de Poldrugach tuvo un ataque de pánico en la


escuela, que se dio cuenta finalmente de que tenía que buscar ayuda y hablar con su familia sobre lo que estaba pasando. Empezó a tomar un medicamento contra la ansiedad que la ayudó mucho.


También acude a un terapeuta que la ha ayudado a descubrir maneras saludables de controlar y sobrellevar sus ataques. En la actualidad, enfoca sus esfuerzos más allá de sí misma, ayudando a


su hija, a su hijo y a otras personas que sufren de ansiedad. Ha adoptado el identificador de Twitter @CherylPanics y promueve la concienciación y la educación sobre la salud mental en las


redes sociales. Qué hace para superarlo: los viajes la hacen sentir particularmente ansiosa, pero le ayuda obtener la mayor cantidad de detalles posible por adelantado. "Veo videos que


muestran el lugar al que vamos a viajar", indica. Para superar un ataque de pánico, se recita a sí misma los siguientes mantras: "No estás loca. No te va a pasar nada. No te vas a


morir. Y repetir estos mantras me ayuda a centrarme", dice. _Nota del editor: Este artículo, publicado originalmente el 18 de septiembre del 2020 y se ha actualizado para reflejar los


consejos más recientes de los expertos._