Cómo trabaja tu sistema inmune después de los 50 años

feature-image

Play all audios:

Loading...

APRENDE SOBRE EL SISTEMA INMUNE CUANDO LAS BACTERIAS Y LOS VIRUS ENTRAN AL ORGANISMO, ESTOS DEFENSORES NATURALES ENTRAN EN ACCIÓN. MACRÓFAGOS: Estos glóbulos blancos gigantescos esperan


dentro de los tejidos sanos. A veces pasan años sin entrar en acción, pero cuando aparece un microbio patógeno, los macrófagos liberan una ráfaga de proteínas conocidas como citocinas, las


que avisan al sistema inmunitario para que batalle. A partir de ahí, el macrófago se une al equipo de limpieza al engullir microbios patógenos muertos y dañados. LINFOCITOS AGRESORES: 


Algunas células infectadas pueden volverse “invisibles” para el sistema inmunitario, lo que permite que el microbio patógeno se siga diseminando sin cesar. Ese es el momento en el que los


linfocitos agresores brindan una capa adicional de defensa. Un linfocito agresor puede identificar las células de apariencia anormal, lo que a menudo sucede con las células infectadas por un


virus. Este linfocito estudia su blanco y si parece que la célula sospechosa está infectada, libera proteínas cerca a este posible microbio patógeno. Entonces, el microbio patógeno consume


la proteína; es su última comida, y es mortífera. NEUTRÓFILOS: A la primera señal de problemas, los neutrófilos salen a montones como abejas asesinas de varios aguijones. Los neutrófilos


pueden capturar a sus enemigos, colocar trampas, inyectar veneno y amplificar señales que traen a más guerreros del sistema inmunitario. Cada neutrófilo solo vive durante aproximadamente un


día, pero mientras continúa la batalla, células frescas siguen apareciendo para luchar. Lamentablemente, en su frenesí, a menudo pueden confundir a células sanas con el enemigo. Cuando eso


sucede y los neutrófilos atacan tejidos sanos, los resultados son inflamación y enfermedades inflamatorias en todo el cuerpo. LINFOCITOS B: Aunque los linfocitos B no maten directamente a


los invasores, ayudan a enlentecer a los microbios patógenos al cubrirlos con pegajosas proteínas en forma de Y. Esto los debilita y los convierte en blanco fácil para células como los


macrófagos, que los consumen a montones. El linfocito B es una célula inmunitaria adaptativa; es decir, es muy eficaz contra enfermedades con las que ha luchado antes, pero le resulta


difícil reconocer nuevos microbios patógenos. Cuando aparece un nuevo coronavirus, le toma tiempo prepararse para producir anticuerpos. LINFOCITOS T: Los linfocitos T son uno de los glóbulos


blancos especiales que “reconocen” un invasor foráneo y saben exactamente cómo combatirlo. Sin embargo, con nuevos enemigos como COVID-19, el proceso puede demorar semanas. Cuando el


linfocito T aprende el código —en esencia, traza el mapa de la estructura molecular de la superficie de un microbio patógeno— capacita rápido a un ejército de linfocitos T para que empiecen


a abrir células infectadas y las llenen por completo de toxinas. Los médicos llaman este proceso inmunidad, aunque con COVID-19, todavía no sabemos con certeza cuánto tiempo demora.