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NO SOY DE HACER MUCHO EJERCICIO. ¿QUÉ TAN PROBLEMÁTICO ES? Bueno, la investigación ha demostrado que no es necesario correr maratones para reducir la inflamación. De hecho, un estudio de
University of California en San Diego descubrió que tan solo 20 minutos de ejercicio moderado eliminan la respuesta inflamatoria. Buford señala que uno de los motivos es que el ejercicio
puede favorecer la salud del intestino (sí, otra vez). Tal vez DiRenzo lo explica mejor: “La diferencia entre alguien que se siente bien y alguien que se siente maravillosamente bien es el
ejercicio”. PERO PARA MÍ EL EJERCICIO ES FASTIDIOSO Y MOLESTO También lo es la operación del corazón. ¿Cuál preferirías? En último caso, los beneficios antiinflamatorios del ejercicio
justifican la molestia momentánea. Incluso si tienes limitaciones físicas, como por ejemplo problemas con las rodillas, es muy probable que el ejercicio las mejore. Para comenzar, DiRenzo
sugiere escoger una actividad que puedas hacer durante cinco minutos al día. La semana siguiente, hazlo durante siete minutos. Puede ser tan simple como una caminata ligera. “Sí, te sentirás
adolorido”, señala, “pero es un dolor bueno. Sigue aumentando los minutos de ejercicio y comenzarás a sentirte mejor”. SI VOY A SENTIR DOLOR, ¿NO SIGNIFICA QUE LOS MÚSCULOS Y LAS
ARTICULACIONES TIENEN MÁS INFLAMACIÓN? El dolor muscular sería una inflamación aguda que desaparece en uno o dos días. (Pero es una buena pregunta). CON LO QUE DICEN, PARECERÍA QUE LOS
CAMBIOS GENERALIZADOS DE ESTILO DE VIDA FUERAN FÁCILES. NO LO SON, YA SABEN. CIERTO. Pero ¿no es más fácil atacar un enemigo (la inflamación) que preocuparse por docenas de ellos? Aquí te
proponemos una idea: si tienes que escoger un área para mejorar en tu estilo de vida, concéntrate en el sueño, tanto en la cantidad como en la calidad. No solo disminuye los niveles de
inflamación, sino que también te ayuda a hacer todo lo demás mejor. “Considero que cuando se le da tiempo al cuerpo para descansar y se disminuye el estrés es más fácil tomar decisiones
sensatas con respecto a la comida y hacer ejercicio al día siguiente”, señala Boham. ¿QUÉ CAUSA LA INFLAMACIÓN Y QUÉ LA ALIVIA? ALIMENTOS Y ACTIVIDADES QUE PROVOCAN Y REDUCEN LA INFLAMACIÓN.
XINZHENG / FCAFOTODIGITAL / GETTY IMAGES PAN BLANCO: Una dieta baja en fibra puede permitir que las bacterias dañinas tengan ventaja en tu sistema digestivo, lo que contribuye a un
intestino débil, en el que las toxinas pueden quedarse en tu cuerpo en lugar de que el sistema digestivo las elimine. PAN INTEGRAL: A medida que el cuerpo digiere la fibra, como la que se
encuentra en los granos integrales, produce butirato, un ácido graso benéfico que tiene poderes antiinflamatorios. Al parecer, el butirato cruza la barrera de la sangre y el cerebro, y es
posible que ayude a prevenir el deterioro cognitivo. JAMES BAIGRIE / IMAGE SOURCE / GETTY IMAGES FREIDORAS: Los productos de glicación avanzada (AGE) son compuestos que causan inflamación.
Estos se producen cuando las carnes y los granos se cocinan a altas temperaturas (como las donas, las papas fritas y el pollo frito). FRUTAS: Las frutas, los vegetales y los frijoles de
color oscuro contienen polifenoles, compuestos vegetales con propiedades antioxidantes y antiinflamatorias. Ejemplos de los que tal vez hayas escuchado: resveratrol (vino, uvas), catequina
(té, manzanas, bayas). COLIN HAWKINS / JEREMY MAUDE / GETTY IMAGES ACTITUD NEGATIVA: Si no sabes cómo controlar el estrés, o te sientes desamparado o sobrecargado, tu cuerpo entra en la
reacción de lucha o huida y produce cortisol, una hormona asociada con la inflamación. YOGA: En un estudio pequeño, las mujeres con experiencia en yoga tenían probabilidades 4.75 veces más
bajas de tener niveles detectables de proteína C reactiva en comparación con las principiantes. Esto demuestra que practicar yoga con regularidad parece reducir la inflamación. WARREN PRICE
/ KIRIN PHOTO / GETTY IMAGES PUDÍN: La mayoría de los alimentos procesados, en especial los postres, tienen poca fibra, mucha azúcar y están repletos de químicos, todos malos para la
digestión. Es preferible que cocines en casa con alimentos no procesados. YOGUR: El yogur con cultivo activo contiene bacterias saludables, llamadas probióticos, que ayudan a mantener bajo
control las bacterias perjudiciales para los intestinos. SOUTH AGENCY / CAIAIMAGE / GETTY IMAGES TABERNAS: Bailar y socializar en tu bar local es saludable, pero fumar y beber alcohol no lo
es. El alcohol y el tabaco son ideales para los radicales libres, compuestos que causan daño a nivel celular y envejecimiento prematuro. ¡Y deja esas alitas de pollo fritas! IGLESIA: Se ha
demostrado que las técnicas de atención plena, como orar y meditar, reducen algunos de los marcadores de la inflamación y pueden ayudar a quienes sufren de trastornos de inflamación crónica.
EYEEM/ SCIENCE PHOTO LIBRARY / GETTY IMAGES GRASA ABDOMINAL: Tener una barriga grande significa que tienes un exceso de grasa visceral, la cual se acumula cerca de los intestinos y otros
órganos internos. La grasa visceral provoca la secreción de moléculas que incrementan la inflamación. GRASAS SALUDABLES: Las grasas monosaturadas (aceite de oliva, aguacate, nueces) reducen
el riesgo de enfermedades cardíacas, mientras que las grasas polisaturadas (pescado, linaza, aceites) tienen una mezcla de omega-6 y omega-3, que ayudan a combatir la inflamación. COMSTOCK /
WESTEND61 / GETTY IMAGES ADEREZO PARA ENSALADAS EMBOTELLADO: Consulta la etiqueta de tu aderezo favorito. Los primeros tres ingredientes probablemente son agua, azúcar y aceite de soya. Los
aceites vegetales y de soya tienen alto contenido de ácidos grasos omega-6, los cuales a menudo consumimos en exceso. Prepara tu propio aderezo para ensaladas con aceite de oliva, limón o
vinagre, y especias, que te ayudarán a combatir la inflamación. ENSALADAS GRANDES Y LLENAS DE COLOR: Las vitaminas y los minerales que se encuentran en las frutas y vegetales ayudan a
prevenir el daño a las células que causa el estrés oxidativo; en otras palabras, ayudan con la inflamación. Hay cientos de antioxidantes, como las vitaminas A, C y E, así como el licopeno y
el selenio.