¿prueba genética para detectar el cáncer de próstata?

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Según Brawley, todo hombre que esté considerando someterse a pruebas genéticas para detectar mutaciones que causen cáncer de próstata "necesita pensar si él es el uno de cada 1,000 que


se beneficiará de la prueba y salvará su vida, o si será uno de los 40 de cada 100 que se dañará al ser identificado como alguien que padece de cáncer de próstata y que no necesitaba


saberlo". Como resultado de realizarse pruebas para detectar un tipo de cáncer que puede desarrollarse tan lentamente que nunca acorta la esperanza de vida, los hombres pueden terminar


haciéndose daño por las biopsias innecesarias que conllevan el riesgo de infección y sepsis, eso sin mencionar el dolor. También pueden desarrollar ansiedad y otros problemas de salud mental


solo al pensar que padecen de cáncer, sin mencionar el posible sufrimiento por dificultades económicas y la discriminación por parte de las compañías de seguro, señala Brawley. Una mutación


del gen BRCA2 es el tipo más común que puede conllevar al desarrollo de cáncer de próstata. Si te haces la prueba y descubres que tienes dicha mutación, Mohler afirma que esto no debe ser


motivo de gran preocupación. Tenerla, dice Mohler, "te hace un poquito más propenso a desarrollar cáncer de próstata; y si lo desarrollas, puede hacer que [el cáncer] sea un poco más


agresivo". Aquellos con una mutación del gen BRCA2, dice él, solo deben monitorearse más rigurosamente con una prueba de PSA anual (realizada a través de un análisis de sangre) y un


examen anual de la próstata, y posiblemente comenzar las evaluaciones para detectar la enfermedad un poquito más temprano de lo que normalmente se sugiere, a los 35 o 40 años, señala él.


"Es muy difícil crear normas para todos en todo el espectro. Esto se debe a que, por ahora, el campo del cáncer de próstata se encuentra un poco retrasado en comparación con el del


cáncer de mama", dice él. Actualmente, las personas que según Mohler deberían realizarse la prueba genética son aquellas con fuertes antecedentes de cáncer de próstata en más de un


familiar de primer grado (padres, hermanos plenos, hijos), o aquellas con un familiar que murió de cáncer de próstata, especialmente a una edad temprana, o las de ascendencia judía


asquenazí. Si alguien padece de cáncer de próstata metastásico, o de un cáncer agresivo o de alto grado, entonces ellos también deben probablemente considerar hacerse la prueba genética.


"Las pruebas genéticas son muy complicadas y apenas estamos empezando a saber quiénes deben hacérselas y cómo se debería usar la información. Pero lo más importante es que necesitamos


conocer si cualquier cambio en los tratamientos basado en las pruebas genéticas afectará la tasa de supervivencia del cáncer de próstata", dice Mohler.