Cómo combatir el reflujo ácido

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¿Qué es el reflujo ácido? Es una enfermedad en la que el contenido del estómago —incluidos los ácidos y los alimentos parcialmente digeridos— fluyen al esófago, el conducto digestivo que


conecta la boca con el estómago. Actualmente, esta afección, también conocida como enfermedad de reflujo gastroesofágico o ERGE (GERD, por sus siglas en inglés), afecta a cerca del 40% de


los estadounidenses, de los cuales casi la mitad padecen de una forma de reflujo conocida como reflujo “silencioso”. A continuación, le contamos lo que usted necesita saber acerca de cómo


manejar —o incluso vencer— el reflujo ácido. 1. ¿ESTÁ USTED EN RIESGO? El reflujo ácido solía diagnosticarse, mayormente, en adultos mayores y personas con sobrepeso. Sin embargo, en la


actualidad, muchas personas delgadas y jóvenes se ven afectadas por esta enfermedad. Si bien el reflujo está vinculado con la obesidad y la genética, su creciente prevalencia, en especial


entre los jóvenes, se debe al excesivo ácido presente en la dieta de los estadounidenses. 2. EL REFLUJO SE MANIFIESTA DE DISTINTAS MANERAS Y CON DISTINTOS SÍNTOMAS: El ácido gastroesofágico,


la clase más conocida de reflujo, está comúnmente asociado con la acidez y la indigestión. Sin embargo, podría suceder que las personas que padecen de reflujo silencioso o reflujo


laringofaríngeo (LPR) nunca tengan estos síntomas. En cambio, pueden presentar ronquera, tos crónica, ahogo, problemas para tragar, secreción crónica de la mucosa postnasal o la sensación de


tener algo atorado en la garganta. También pueden tener dificultades para respirar o experimentar ahogos del tipo asmático. Ciertamente, el reflujo puede empeorar el asma subyacente,


haciendo más difícil su tratamiento. 3. LOS MEDICAMENTOS NO SON UNA CURA: Resulta que el reflujo gastrointestinal no se debe sólo al ácido. Cuando se tiene reflujo, también influye una


enzima llamada pepsina, a la que los medicamentos contra el reflujo disponibles comúnmente en el mercado no suprimen. Este es el motivo por el que los cambios en la dieta y estilo de vida


son importantes, ya que permiten que los tejidos inflamados se curen. 4. CONSUMA ALIMENTOS "BUENOS": Pan integral, avena, ensaladas, bananas, melones, pollo (sin la piel), pescado,


pavo, hinojo, apio, perejil, coliflor, brócoli, espárragos, arvejas, aloe vera, jengibre, cuscús y arroz integral son todos ejemplos de alimentos buenos para personas con ERGE o LPR.