Un nuevo enfoque para cuidar a familiar con demencia

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COMPRENDE LAS NECESIDADES CAMBIANTES No hay una solución universal para todos cuando se trata de demencia, dice Landsverk. Cada familia o persona debe decidir qué es lo que mejor se adapta a


su ser querido y a su propia situación. Ella nos recuerda que una persona con demencia sigue siendo un adulto con sentimientos, necesidades y deseos, tal como cualquier otro; quiere tomar


decisiones sobre lo que hace y lo que come, a pesar de que tal vez no pueda expresar sus deseos. “Incluso cuando sus habilidades están disminuyendo, sigue siendo una persona adulta”, dice


Landsverk. Entretenimiento Paramount+ 10% de descuento en cualquier plan de Paramount+ See more Entretenimiento offers > Y no es que las personas con demencia traten de ser difíciles. Es


probable que simplemente no se den cuenta de que han cambiado, lo cual es parte de la enfermedad. Los pacientes con demencia reflejan su visión del mundo, lo que significa que pueden


enfadarse por cosas mínimas, como un café frío, o porque les dicen que no pueden hacer algo, o porque se los consiente. También pueden sentirse como “rehenes” si no pueden participar en


actividades en las que participaban antes, como conducir un auto o hacer cheques. Landsverk cree que un poco de conocimiento sobre la enfermedad puede marcar una gran diferencia en la forma


en que todos siguen adelante. Más allá de los asuntos prácticos —tales como dónde encontrar ayuda adicional, los aspectos legales de las directivas médicas y las habilidades del cuidador—,


yo sentía curiosidad por saber qué era lo que podíamos controlar si estábamos bien informados. “A medida que envejecemos, se producen muchos cambios en nuestro organismo que afectan la salud


y la conducta”, dice Landsverk. “La mayoría de nosotros tenemos más grasa, menos agua en el cuerpo y menos reservas en los riñones y el hígado. No procesamos el alcohol como lo hacíamos


antes. Y nuestro cerebro comienza a cambiar”. Ella destaca la importancia de comprender estos cambios e incorporar una dieta saludable y ejercicio todos los días para optimizar la salud.


“Hay muchas promesas o suplementos que afirman ser un ”milagro que revierte la demencia’”, advierte Landsverk, pero no se ha comprobado que ningún suplemento o vitamina demore o prevenga el


deterioro cognitivo. El Consejo Mundial sobre la Salud Cerebral (GCBH) aconseja que lo mejor es seguir una dieta a base de plantas que sea rica en frutas y verduras de hoja verde. Además,


hacer 30 minutos diarios de ejercicio tiene un efecto positivo en la salud cerebral. EN BÚSQUEDA DE LA ALEGRÍA Para que a ti y a tu ser querido les resulte más fácil hallar alegría, hazte


estas preguntas: * ¿Cómo ha vivido su vida tu ser querido? ¿Cuáles son sus valores y creencias generales? ¿Qué opiniones compartió sobre el envejecimiento y el final de la vida? * Antes de


la enfermedad, ¿cuáles eran las cosas más importantes en su vida? ¿Qué es lo más importante ahora? ¿Qué le provoca alegría? * ¿Cuáles son tus miedos con respecto a tu ser querido? ¿Qué es lo


que buscas evitar? ¿Cuáles son tus miedos con respecto a ti? * ¿El médico ve el panorama completo en torno a esta enfermedad? ¿Qué opina el médico sobre los medicamentos y el control del


dolor? * ¿Tienes ayuda suficiente para el cuidado? ¿Es posible usar los recursos económicos de tu ser querido para ayudar a cubrir el costo de su cuidado? ¿Quién más puede ayudar (desde


familiares hasta organizaciones como la oficina de asuntos de la vejez de tu área? Recuerda: el objetivo es hallar respuestas que se ajusten a lo que tu ser querido hubiese deseado, según


sus acciones actuales o situaciones pasadas. DESCUBRE NUEVAS ALEGRÍAS Son muchas las cosas que pueden causar alegría, y una de ellas es concentrarse en el presente con tu ser querido. “Se


trata de encontrar la capacidad de vivir en el momento”, dice Landsverk. Ella sugiere que los cuidadores comiencen por pensar en qué disfrutaba hacer la persona enferma en el pasado, pero


que no se queden allí. Comprender qué le causaba alegría y luego modificar esas actividades a medida que la situación cambia es uno de los principios fundamentales de encontrar alegría con


esa persona, sostiene Landsverk. “Tal vez ya no pueda pintar un cuadro, pero a lo mejor puede hacer un collage. Comer en un restaurante puede ser causa de discusión, pero un pícnic podría


ser un buen sustituto”, sugiere Landsverk. “Tal vez ya no sea posible disfrutar de un partido de béisbol, pero pueden caminar alrededor de la cancha antes del partido. Jugar al dominó con


otras personas podría resultar agradable”. Landsverk también hace énfasis en “la alegría de la conexión”. Incluso para las personas que ya no pueden responder verbalmente, hay formas de


disfrutar aspectos de la interacción y las experiencias humanas a través del tacto o de la música. La música es particularmente poderosa, y nuestros recuerdos de canciones residen en un área


del cerebro ligeramente diferente a donde residen las palabras. Landsverk ha observado que las personas que no pueden responder preguntas cantan perfectamente los himnos de la iglesia, lo


que genera alegría y consuelo para todos. Ella recuerda una presentación de un intérprete de bongó en un centro para adultos mayores: algunos de ellos respondieron con expresiones de


alegría, balanceándose y “cantando”.