Madre se convierte en la voz de su hijo herido en irak

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_Rosie y Alain Babin, de 57 y 58 años, quienes viven en Round Rock, Texas, cuidan a su hijo Alan, quien ahora tiene 37 años y sufrió heridas graves en el 2003 mientras prestaba servicio


militar como auxiliar médico de la 82.ª División Aerotransportada del Ejército de EE.UU. en Irak. Después de que un disparo de un rifle AK-47 le desgarrara el tronco, a Alan le extirparon el


bazo y el 90% del estómago, y tuvo lesiones en el hígado y el diafragma. Durante el tratamiento, contrajo meningitis y padeció un derrame cerebral que lo dejó en estado semicomatoso por dos


años y medio. Ahora está en silla de ruedas, es legalmente ciego, tiene las piernas y el abdomen paralizados, y vive con sus padres. Alain es el jefe de policía adjunto en Round Rock; Rosie


abandonó su trabajo para convertirse en la cuidadora principal y defensora de los derechos de Alan. _ “Las personas se acercan y quieren ayudar, pero no siempre saben cómo ayudar”. — Rosie


Babin _ROSIE:_ Después del derrame cerebral, Alan estaba poco comunicativo y por eso yo tuve que ser su voz. Debido a su lesión cerebral, su memoria no es del 100%, y necesita ayuda para


recordar sus antecedentes, los procedimientos que tuvo y sus citas. Tiende a confundirse en relación con el tiempo y el espacio. Es muy dulce y obediente, lo que ha facilitado ser su


cuidadora. Es en gran parte un esfuerzo en equipo; mi esposo Alain ayuda mucho, también lo hace nuestra hija Christy y tenemos un sistema de apoyo maravilloso en la comunidad. Las Fuerzas


Armadas querían enviarlo a un hogar de cuidados, pero nosotros queríamos traerlo a casa. Nuestra meta siempre ha sido tratarlo con dignidad y respeto, incluso en días en los que actúa


inocentemente y como un niño. Rosie cocina la mayoría de las comidas de Alan para estar segura de que su cuerpo obtiene la nutrición que necesita. ILANA PANICH-LINSMAN Todos los dormitorios


en nuestra casa están ubicados en el segundo piso. Tuvimos la bendición de que un contratista construyera una suite de 400 pies cuadrados para Alan en el primer piso, que cumple con la Ley


para estadounidenses con discapacidades (ADA). Fue parte de un proyecto comunitario. La suite tiene una cama de hospital y una ducha accesible para sillas de ruedas. Está comunicada con la


sala y el comedor, y tiene su propia entrada. Yo todavía preparo la mayoría de sus comidas y vigilo su nutrición, y lo llevo a sus citas en el hospital para veteranos, que quedan a casi dos


horas de distancia en automóvil.