Qué hacer cuando uno de tus padres tiene alzheimer

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Mi padre vivió con la enfermedad de Alzheimer durante 15 años. Falleció hace tres meses a los 94 años. Cuando pienso en las decisiones que tomé durante los años en que fui su cuidadora


principal, veo que hay ciertas cosas que hoy haría diferente. Pero también hay muchas cosas que me alegro de haber hecho porque creo que marcaron una verdadera diferencia en las habilidades,


la comodidad y la calidad de vida de mi padre, y además nos facilitaron la tarea de cuidarlo. Estas son cosas que definitivamente volvería a hacer: 1. DEFINIR TEMPRANO EL DIAGNÓSTICO Y EL


TRATAMIENTO... Y CUMPLIRLO: El médico de papá evaluó su preocupación con respecto a los problemas de memoria y le recetó un medicamento para ayudarlo con los síntomas en las etapas iniciales


de la enfermedad. La versión genérica no le dio resultado, así que siempre tomó el medicamento de marca comercial. Las dos veces que le suspendimos la medicación sus habilidades se


deterioraron rápidamente, por lo que retomamos el tratamiento. Pero nunca recuperó todas las habilidades que había perdido. La medicación tal vez no sea tan eficaz para todos los que sufren


de la enfermedad de Alzheimer o de otras formas de demencia, pero para papá fue fundamental. Yo les recomendé enfáticamente a sus médicos y al centro de cuidados paliativos que continuaran


dándole el medicamento hasta que muriera. 2. AUMENTAR EL APOYO GRADUALMENTE: Durante los años que papá vivió con la enfermedad, dividí sus actividades diarias en pequeños pasos y me


concentré en sus puntos fuertes en vez de enfocarme en sus insuficiencias. Manejar las finanzas, organizar y tomar los medicamentos, cocinar, hacer las compras, hacer las tareas domésticas y


lavar la ropa, vestirse, bañarse, hacer ejercicio, asearse, siempre lo alentamos a hacer cualquier cosa que fuera capaz de hacer sin importar qué tan pequeña o insignificante pudiera


parecer. Si bien a veces requirió más esfuerzo y más tiempo de nuestra parte, este enfoque gradual maximizó su independencia en todas las etapas de la enfermedad, aumentó su autoestima y lo


ayudó a desempeñarse a un nivel superior.