El cuidado de un familiar no termina con su muerte

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ZINKEVYCH/GETTY IMAGES Facebook Twitter LinkedIn


Muchos cuidadores pueden sorprenderse de la cantidad de trabajo que queda por hacer después de la muerte de la persona a quien cuidan. En mi consultorio con frecuencia veo entrar clientes


con cajas archivo llenas de correspondencia y documentos que le pertenecen a alguien que acaba de morir. Casi siempre ponen las cosas sobre la mesa de nuestra sala de reuniones y suspiran:


“No sé por dónde empezar”. Después de cuidar a una persona que tiene una enfermedad o dolencia o es de edad avanzada, puede ser abrumador administrar sus asuntos cuando la persona fallece.


Finalizar el proceso puede llevar meses, y a veces años.


Organizarse, asignar prioridades a las tareas y entender cuáles de ellas son responsabilidad del cuidador y cuáles no puede aliviar una labor intimidante y ayudar a concentrarse. Y hay


muchas medidas que se pueden tomar en vida para aliviar la carga de quienes quedan atrás.


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Por dónde comenzar


Los cuidadores deben recordar que han hecho mucho. Merecen tener tiempo y espacio para hacer su duelo, y un momento para respirar. Se deben dar esa oportunidad para cargar la energía


necesaria para la labor que les espera.


Para comenzar, debes aprender cuáles son tus derechos y deberes legales, si es que aún no los conoces. Si tu ser querido hizo su planificación patrimonial, tendrás que localizar el


testamento o el fideicomiso. Un abogado de sucesiones te puede ayudar a obtener los documentos esenciales de las cajas de seguridad e informarte sobre los plazos importantes que debes


cumplir. En mi estado de residencia, Florida, por ejemplo, la ley dispone que los testamentos o las notificaciones de fideicomiso se deben presentar ante el actuario del tribunal antes de


que se cumpla cierto plazo.


Tendrás que determinar con rapidez el modo en que la persona que cuidabas quería que se dispusiera de sus restos. Esta información puede estar en un testamento vital, una carta con


instrucciones o en la última voluntad y testamento. Sin estos documentos, tendrás que averiguar si tienes la facultad legal para tomar esta decisión, o si la tiene otra persona.


Necesitarás el certificado de defunción de tu ser querido para acceder a los bienes, los beneficios del Seguro Social o los beneficios para veteranos, o para cobrar dinero del seguro. Este


documento es expedido por la oficina estatal del registro civil y es el comprobante de que la persona ha fallecido. El documento demora de tres a diez días en llegar, y es buena idea


solicitar varios (diez es una buena cantidad) para poder entregar documentos originales siempre que te los pidan.


Para ciertas cuentas (como el seguro de vida o las cuentas que identifican un beneficiario luego de un fallecimiento), todo lo que necesitarás es un certificado de defunción para entregarle


al asegurador o a la institución financiera. Para otras cuentas o activos, tal vez te pidan cartas de administración o cartas testamentarias. Estos documentos solo pueden ser expedidos por


un tribunal de justicia y hay que seguir ciertos pasos procesales para obtenerlos.


Da los primeros pasos