Ayuda para quienes cuidan de un ser querido sin recibir paga

feature-image

Play all audios:

Loading...

Conozco demasiado bien las luchas que enfrentan quienes cuidan de miembros de su familia. Los he visto en mi propia familia. Estoy segura de que cada uno de ustedes tiene una historia


personal de angustia, frustración, pero también de alegría, relacionadas con la prestación de cuidados a seres queridos de la familia. Por eso es que quiero ofrecer mi reconocimiento a


cuatro congresistas, los senadores Kelly Ayotte (republicana por Nuevo Hampshire) y Michael Bennet (demócrata por Colorado), y las representantes Diane Black (republicana por Tennessee) y


Michelle Lujan Grisham (demócrata por Nuevo México). Ellos se unieron para formar el grupo Assisting Caregivers Today (ACT, Ayudar a los Cuidadores Hoy) en el Congreso. El grupo dirigirá


atención al valor de los cuidadores familiares y a la necesidad de apoyarlos. Es importante, y alentador, el hecho de que este grupo sea bipartidista y bicameral. Trasmite el mensaje que


reconocen los miembros del Congreso: que los asuntos que enfrentan los cuidadores familiares y el deseo de vivir manteniendo la independencia y con dignidad no se ven limitados por la


política ni la ideología. Afectan a todos e imponen cargas económicas y emocionales sobre las familias, los amigos, los compañeros de trabajo y la sociedad. AARP realizó hace poco una


encuesta (en inglés) de votantes de 40 años o más y descubrió que ellos —sin importar el partido político— esperan que el Congreso mejore los recursos para los que cuidan de familiares que


ayudan a los adultos mayores y a las personas con discapacidades a vivir de manera independiente. Los cuidadores familiares también sienten que es importante que haya servicios y recursos


disponibles para ayudar a los seres queridos de su familia a quedarse en el hogar, donde quieren estar. Estos hallazgos no son sorprendentes. Los cuidadores familiares son el pilar del


cuidado en el hogar de sus seres queridos en este país. La ayuda que proporcionan permite a los adultos mayores y a las personas con discapacidades vivir de manera independiente en sus


hogares y comunidades en vez de en hogares geriátricos más costosos.