El valor de una fuerza laboral multigeneracional

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La pandemia de COVID-19 ha creado algunas de las tasas más altas de desempleo desde la Gran Depresión, y esto ha afectado especialmente a los trabajadores mayores. Antes de la pandemia, 37.1


millones de adultos de 55 años o más formaban parte de la fuerza laboral de la nación, un número que había estado creciendo continuamente durante dos décadas. Pero ahora son muchos los que


han perdido sus empleos, o han sido cesanteados y se preocupan de si alguna vez volverán a ser contratados, o si podrán encontrar otro trabajo nuevamente. Sin embargo, incluso en estos


tiempos difíciles, seguimos progresando. Esta pandemia nos ha lanzado a un gran experimento sobre el futuro del trabajo, impulsando prácticas de teletrabajo y de horarios de trabajo


flexibles con una celeridad inesperada. A la vez, a medida que las personas viven vidas más largas y generalmente más sanas, están trabajando por más tiempo, dándoles a los empleadores y a


los empleados de todas las edades la oportunidad de reimaginar lo que significa ganarse la vida y aprender de ella. En AARP, vemos estas tendencias convergentes de la automatización y el


envejecimiento como un beneficio mutuo, tanto para las empresas como para los trabajadores de más edad. Los empleados mayores aportan destrezas humanas únicas e importantes que no se pueden


automatizar, y las fuerzas laborales de diversas edades resuelven los problemas de una mejor manera. Los equipos multigeneracionales también se desempeñan mejor. Y ayudan a desarrollar un


acervo de talento más sólido al proveer continuidad, estabilidad y retención del capital intelectual. La buena noticia para los trabajadores mayores es que muchos empleadores están de


acuerdo. Esta semana, AARP publicó una nueva encuesta (en inglés) que reveló que el 83% de los líderes mundiales de negocios reconocen que las fuerzas laborales multigeneracionales son clave


para el crecimiento y el éxito sostenido de sus empresas. La encuesta de casi 6,000 empleadores en 36 países se llevó a cabo en el otoño del 2019 y la primavera del 2020. Más del 70% de los


datos de la encuesta se recopilaron durante la pandemia, un tiempo en el que millones de trabajadores mayores de Estados Unidos y de otros países están desempleados, cesanteados o


enfrentando incertidumbre sobre sus carreras. Las investigaciones muestran que las fuerzas laborales de diversas edades tienen un efecto positivo en el compromiso de los empleados, la


productividad y las ganancias de la empresa. Es alentador ver que los líderes empresariales de todo el mundo reconocen este valor, aunque nos preocupa que la pandemia pueda avivar la


discriminación por edad.