Los asistentes de voz para la casa

AMAZON ECHO El Amazon Echo ($100), de la empresa Amazon, tiene incorporada al sistema Alexa, su asistente de voz, la cual te permite reproducir música de Spotify, Pandora o Amazon Music,

realizar llamadas, configurar alarmas, hacer preguntas y controlar dispositivos domésticos inteligentes. Echo está integrada ampliamente con los servicios de compras de Amazon y te puede

ayudar a rastrear tus paquetes. Te ofrece más de 15,000 “destrezas” (_skills_, en inglés), muchas más que cualquier otro asistente de voz. Estos _skills_ incluyen lectura de recetas de

cocina, pedir una pizza a domicilio, llamar un taxi (Uber, Lyft, Evo Car Share), o pedirle que te cuente un chiste. Para hacer eso, por ejemplo, dile: “Alexa, tell me a joke”.

Entretenimiento Paramount+ 10% de descuento en cualquier plan de Paramount+ See more Entretenimiento offers > El Echo viene en cinco modelos. De estos cabe destacar el Amazon Echo Dot

($50), que es más pequeño y se presta para ubicar varios en la casa; y el Echo Spot ($110), que tiene una pantalla para realizar videollamadas con otras personas que tienen el mismo

dispositivo. GOOGLE HOME Google Home ($129), el parlante inteligente de la empresa Google, viene integrado con Google Assistant. Google Home te ofrece muchas opciones, como configurar una

alarma, responder preguntas, reportar el clima, realizar un cálculo, reproducir música, agregar ítems a una lista de compras, o verificar el tráfico de la ruta al trabajo, entre otras. Este

aparato está conectado al buscador de Google, lo cual le da una ventaja para responder cualquier tipo de pregunta que le formules. Como el Amazon Echo, Google Home ofrece integraciones con

múltiples dispositivos para el hogar inteligente, como luces e interruptores de Philips Hue o Wemo. También puedes conectarlo a servicios de música como Pandora, Spotify y Google Play Music.

Encontrarás modelos como Google Home Mini ($49), una versión más pequeña y económica; y el Google Home Max ($399), hecha para quienes no pueden vivir sin la música ni el sonido de alta

calidad.