¿es bueno o malo dormir separados?

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Pat DeCaro, de 78 años, maestra jubilada de Rochester, Nueva York, recuerda la decisión de no dormir con su esposo Jim, quien falleció en el 2019: “Él decía que era imposible dormir con


[mis] ronquidos y, aun cuando se mudó a otro cuarto, que estaba justo al lado de mi dormitorio, decía que todavía podía oírme”.  En los últimos 15 años de su matrimonio que duró 47 años, su


esposo durmió en un futón plegable en su estudio, lo cual tuvo otro beneficio inesperado. “La cama matrimonial era muy alta y el futón, muy bajo, entonces era más fácil para él poder


levantarse”, explica ella. “Yo también dormía mucho mejor porque él siempre se sacudía al dormir e intentaba agarrar mi almohada”.​ ​ Muchos otros factores pueden contribuir a habitaciones


separadas. El colchón podría ser perfecto para uno, pero demasiado blando o duro para el otro (aunque hay modelos personalizables con distintos grados de firmeza y otras funciones en cada


lado de la cama). La temperatura ideal de la habitación también podría ser demasiado calurosa o fría. Dormir con mascotas puede ser obligatorio o repulsivo para uno u otro. Si una de las


personas usa dispositivos electrónicos al acostarse, es posible que la otra no pueda conciliar el sueño. En efecto, un artículo reciente en _Architectural Digest_ proclamó que el estigma de


dormir en camas separadas ha desaparecido, y menciona que algunos diseñadores de interiores exclusivos tienen clientes que han pedido dormitorios principales individuales. DeCaro dice que


dormir por separado no tuvo un efecto perjudicial en el nivel de intimidad de su matrimonio. “Mejoró nuestra relación porque, para variar, ambos dormíamos mejor”, dice ella. “Y si queríamos


estar más cerca, íbamos a la cama del otro”​. ESTAR ATENTO A LAS SEÑALES DE ALARMA EN LA RELACIÓN Aunque en ocasiones dormir separados reporta beneficios, puede crear riesgos para la


relación y ser una señal de que se están ignorando otros problemas, señala Mike Sharp, psicólogo clínico certificado de Oak Brook, Illinois. “A veces dormir en camas separadas o que uno se


mude del dormitorio es solo una excusa para alejarse del otro”, dice él. “Puede que el problema sea real aunque salvable, pero aun así la pareja sigue durmiendo en camas separadas en vez de


solucionarlo”.​ ​ Sharp dice que cuando las parejas se van a dormir juntas, suelen aprovechar ese momento para ponerse al día con distintos temas, es decir, conversaciones que pueden parecer


insignificantes, pero que las ayudan a mantener una conexión. Además, compartir una cama facilita las relaciones sexuales. Sharp ha conocido parejas que duermen por separado y que dijeron


tener una vida sexual menos activa. “Es común resistirse a ‘planear el sexo’”, dice él, “pero en esas situaciones, puede ser necesario”.​​