4 formas en que los abuelos se conectan con los nietos

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1. UTILIZAN LA TECNOLOGÍA Para reducir la distancia entre el oeste de Massachusetts, donde vive Carol Steiner, y Seattle, donde su nieto, Henry, asiste a clases de preescolar, los dos


comenzaron a pasar tiempo en Google Meet, pintando y resolviendo rompecabezas juntos. “Yo diseño y dibujo rompecabezas y se los envío una vez al mes para que él los arme”, dice Steiner. “Su


mamá me envía los dibujos de Henry por correo electrónico y yo le envío los míos, y cuando nos reunimos en línea coloreamos juntos los dibujos del otro”. Entretenimiento Paramount+ 10% de


descuento en cualquier plan de Paramount+ See more Entretenimiento offers > Steiner, de 69 años, también le lee virtualmente a Henry y, con el video del teléfono, lo lleva a pasear en sus


caminatas y buscan insectos juntos. Kathleen Lemoine, de 80 años, de Baton Rouge, Luisiana, tiene nietos adultos, y algunos de ellos viven a miles de millas de distancia. “Les envío por


mensaje de texto enlaces a artículos, videos divertidos y cualquier cosa que me haga pensar en ese nieto”, dice. También les envía mensajes de texto con instrucciones para preparar


jambalaya, gumbo y ensalada de papas, algunos de sus platos favoritos de la infancia. Y su nieto, que está realizando un doctorado, le envía por correo electrónico sus escritos para obtener


la perspectiva de una persona común. El intercambio mantiene a Lemoine conectada con lo que él está haciendo y les da temas de conversación cuando se encuentran. “Si no puedes estar


físicamente presente con tu nieto”, dice Cox, “realmente tienes que esforzarte para sentirte a gusto con la tecnología”. 2. COMPARTEN ACTIVIDADES Y AVENTURAS Abuelos y nietos continúan


disfrutando de cosas que podrían haber hecho juntos un siglo atrás: pescar, recolectar bayas, nadar en un arroyo o buscar hongos comestibles y plantas autóctonas. Esas son algunas de las


actividades que Susan Willis y sus nietos Gabe y Tristan, que asisten a la escuela primaria, hacen cuando se reúnen en Lake Rosemond, Luisiana. “No puedo honestamente atribuirme ningún


mérito por la creatividad en la mayoría de nuestras actividades”, dice Willis. “Las ideas provienen de mis nietos. Yo solo trato de estar abierta a sus sugerencias y siempre nos divertimos”.


Ellie FitzPatrick Sifford, de Bethlehem, Pensilvania, manda a sus hijas —de 9, 5 y casi un año y medio de edad— a "Camp Mima" al menos dos veces al año durante una semana. Camp


Mima (campamento de la nana) es como llaman a la casa de Verna FitzPatrick, de 69 años, madre de Ellie, quien vive en la ciudad de Nueva York.​ “Ha llevado a mi hija mayor a espectáculos de


Broadway, han hecho excursiones turísticas y han viajado en ferri en la ciudad de Nueva York. En su edificio hay piscina y salón de juegos, y además hay varios parques en el vecindario”,


dice Sifford. “A las niñas les encanta la atención individualizada que reciben de mi madre, y ella hace que todo sea superdivertido".​