Consejos para escribir un obituario

feature-image

Play all audios:

Loading...

Carl Reiner, conocido escritor de comedia, productor, director y actor, dijo en una entrevista con CBS Sunday Morning en el 2015 que lo primero que hacía en la mañana, antes de tomar su


café, era leer la sección de obituarios del periódico. "Si no estoy ahí, sé que estoy vivo", comentó. La noticia de su fallecimiento en junio, a los 98 años, se difundió por todo


el mundo y hasta se incluyó en las esquelas del New York Times, de la revista People y en CNN. Reiner era como la mayoría de los que leemos rápido los obituarios para ver quién murió, bien


se trate de un político, una celebridad o un vecino del barrio. Normalmente, depende de los familiares o de otros seres queridos escribir el obituario. Es una tarea difícil de por sí.


Generalmente se hace mientras la familia está en pleno duelo, tratando de resolver un sinnúmero de detalles funerarios y dando aviso a otras personas del fallecimiento. "La gente debe


hacer algo totalmente nuevo que jamás ha hecho antes en su momento de dolor”, dice Jane Lerner, experiodista quien redactó muchos obituarios y una columna para un periódico del estado de


Nueva York, y que luego convirtió su experiencia en un servicio de redacción de notas necrológicas llamado Lives Lived: A Professional Obituary Writing Service. CÓMO ARMAR LA ESTRUCTURA DEL


OBITUARIO Los mejores obituarios son retratos inolvidables que revelan detalles sobresalientes de la vida de una persona y el impacto que tuvo en otros. Pero también es importante incluir


conceptos básicos sobre la vida del fallecido e incluir información sobre la ceremonia fúnebre. Existen muchos modelos de obituarios y recursos gratuitos en internet que ofrecen ayuda para


crear una reseña, incluso muchos ofrecidos por las funerarias. Un ejemplo típico es la lista de verificación que ofrece la empresa Shirley Brothers Mortuaries & Crematory (en inglés) de


Indianápolis. Esta incluye: Edad * Familiares vivos * Educación * * * * * * * Algunos obituarios no mencionan la causa del fallecimiento. Lerner recomienda incluirlo si fuera posible porque


los lectores querrán saber y, de ese modo, el resto del anuncio puede centrarse en la vida de la persona. "El obituario no tiene que relatar cómo murió la persona, sino cómo


vivió", dice ella. RINDE HONOR A LAS CARACTERÍSTICAS EXTRAORDINARIAS DE TU SER QUERIDO ¿Era deportista tu madre en la escuela secundaria o tenía dos trabajos para pagarte la


universidad? Resalta esos detalles e incluye las características que la hacían una persona especial, como sus pasatiempos, su sobrenombre o los logros que más la enorgullecían. Priscilla


Martel, autora de libros de cocina y escritora gastronómica, quien redactó los obituarios de su tío favorito, de su madre y de su padre en tan solo dos años, compiló un perfil interesante y


completo de cada uno de ellos. Creó un retrato dinámico de un cantante que una vez fue el acto de apertura de Tony Bennett, de una coleccionista de miniaturas para casas de muñecas que tenía


una gran cantidad de amigos y del dueño de una tienda de música que tuvo más de 100 vehículos en su vida y una segunda carrera próspera como tasador de autos clásicos. "Estás creando


realmente un perfil conmemorativo para la eternidad. Es una oportunidad de describir de quiénes son verdaderamente, y no una mera colección de hitos, servicio militar, educación, carrera


profesional y familia", señala Martel. Por lo general, no siempre tenemos todos los datos o anécdotas de nuestros seres queridos. Para conocer detalles interesantes, comunícate con


parientes y amigos de la familia, recomienda Martel. La ventaja es que nos conectaremos con quienes conocían bien al difunto cuando más necesitamos levantar el ánimo. Si redactar el


obituario o comunicarte con otros para pedir información es demasiado abrumador, pide ayuda. El director de la funeraria debería poder orientarte y también pueden ayudarte los escritores


profesionales de notas necrológicas. LOS TOQUES ALGO MUNDANOS TAMBIÉN SON ACEPTABLES La muerte no es broma, por supuesto, pero no hay nada de malo con agregar una pizca de humor en un


obituario. Una mujer de Connecticut lo llevó al extremo el año pasado cuando conmemoró al bromista de su padre, Joe Heller, 82, en un homenaje graciosísimo y cariñoso que se volvió viral en


las redes sociales y que el New York Times calificó como “el mejor obituario de la historia". En el obituario, se describe a Heller como un acaparador compulsivo que le dio el nombre de


"Pedo" a su primer perro y dejó a su familia "una casa llena de porquerías, 300 libras de semillas para pájaros y plantas muertas, sin idea alguna de qué hacer con todo


esto". En medio de la pandemia del coronavirus, cuando los funerales en persona se limitan a un pequeño grupo de dolientes, los obituarios están incluyendo más anécdotas personales que


antes, según Stephen Segal, director de contenido de Legacy.com, una compañía de obituarios por internet que brinda apoyo y servicios afines a periódicos y funerarias en Estados Unidos,


Canadá, Australia, Nueva Zelanda y el Reino Unido. "Ante la ausencia de un funeral presencial, el obituario está adquiriendo una función aún más destacada para relatar esas anécdotas,


compartir recuerdos y honrar y preservar la vida del ser querido", explica Segal.