
- Select a language for the TTS:
- Spanish Female
- Spanish Male
- Spanish Latin American Female
- Spanish Latin American Male
- Language selected: (auto detect) - ES
Play all audios:
Lorch, que describe detalladamente el proceso en su libro _How to Grow and Make Tea in the United States_, señala que consiste en cosechar las hojas jóvenes y utilizar una combinación de
calor o vapor, secado y enrollado de las hojas (dependiendo de si se trata de té blanco, negro, verde u oolong) para llevar las hojas desde el jardín hasta la taza de té. Las hojas también
se pueden remojar frescas, pero no tendrán el mismo sabor robusto que el té seco y procesado a mano. Hay una curva de aprendizaje, admite Lorch, pero con un poco de práctica puedes disfrutar
de un té de cosecha propia. Añade que "el té existe desde hace miles de años; no se necesita ningún equipo especial". See more Salud y bienestar offers > HIERBAS PARA
AROMATIZAR TU INFUSIÓN Cultivar hierbas para tisanas o "tés" de hierbas es mucho más fácil. Elige un lugar soleado del jardín para plantar plántulas de manzanilla, lavanda,
equinácea o hierba de limón, que se venden en la mayoría de los viveros. La menta, la hierbabuena y la hierba gatera pueden incluso cultivarse en macetas en el patio. Las infusiones herbales
también ofrecen importantes beneficios para la salud: la manzanilla está relacionada con una mejor calidad del sueño; la menta tiene propiedades antimicrobianas y antivirales y se ha
demostrado que alivia el malestar digestivo, y el jengibre se asocia con reducción de la inflamación. Si cultivas hierbas para el té, Dedora sugiere evitar los pesticidas. Cosecha las
hierbas frescas por la mañana, cuando los aceites —y el sabor— son más fuertes. Puedes poner hierbas frescas en agua hirviendo para hacer infusiones directamente del jardín a la taza, pero
las hierbas secas tienen más sabor. "Las hojas secas son lo mejor", dice Dedora. "Absorben los aceites, por lo que usas menor cantidad". Para secarlas, recoge un puñado
de hierbas con el tallo y ata el extremo de los tallos con un elástico; cuélgalos en una habitación oscura. La exposición a la luz solar directa degradará los aceites de las hojas, mientras
que un lugar húmedo —como un baño— podría hacer que crezca moho en las hojas. Una vez que las hojas están secas, lo que lleva unas dos semanas, sepáralas de los tallos (un proceso llamado
garbling) y guárdalas en una bolsa de papel o en un tarro de cristal hasta que estés listo para hacer el té. Dedora señala que las hierbas secas tienen una vida útil de hasta dos años.
Calcula utilizar aproximadamente una cucharada de hierbas secas por taza de té; duplica la cantidad si utilizas hierbas frescas. Puedes comprar bolsas de té reutilizables o un colador de té
(también conocido como bola infusora de té) para separar las hierbas frescas o secas del agua. Puedes utilizar una sola variedad de hierba, como la menta, o mezclar varias hierbas, como
lavanda, hierba luisa y menta verde, para hacer mezclas de té personalizadas. No tengas miedo de ser creativo. "[El té hecho con hierbas que crecen en tu jardín] no solo es más sano y
fresco, sino que también reduces la huella de carbono", dice Dedora. "Ciertamente, hay un factor sorpresa".