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En los 70, el rap se arraigó en el Bronx y luego se extendió por toda la ciudad de Nueva York, más que todo por medio de fiestas y parques públicos. Un DJ podría crear la música y mezclar
discos juntos en dos tocadiscos sin necesidad de un grupo musical. Finalmente, los maestros de ceremonias (MC) asumieron la tarea de rapear, que antes tenían los DJ. Con el tiempo, las
canciones se volvieron más largas, más ingeniosas y más complejas, lo que inspiró más sofisticación. Era una cultura hipercompetitiva que exigía que los raperos se superaran entre sí (debes
rimar rápido, debes encontrar combinaciones de rimas que nadie haya oído antes, debes rapear con el ritmo de forma que te haga sonar como otro tambor en la mezcla, y debes decir cosas que
hagan aclamar, pensar o enloquecer a la audiencia). Se convirtió en un juego en el que los raperos se enfrentaban entre sí para ver qué tan bien podían contar historias por medio de la rima
y ganarse el respeto de la comunidad. En 1979 y 1980, se lanzaron los primeros sencillos de rap, incluido “The Breaks” de Kurtis Blow. Grandmaster Flash and the Furious Five le siguieron con
“The Message” en 1982_._ Run-DMC lanzó discos que se convirtieron en álbumes de oro y platino, desde 1984. Entretenimiento Paramount+ 10% de descuento en cualquier plan de Paramount+ See
more Entretenimiento offers > “Queríamos divertirnos y hacer música, pero no teníamos recursos”, afirma Darryl “DMC” McDaniels. “No teníamos propiedades ni dinero. Llevamos nuestro Studio
54 a la calle”. A finales de los años 80 y principios de los 90, en la medida en que el hiphop se expandía a la costa oeste y a vecindarios como South Central L.A. y Compton, la música tomó
un giro más abrupto, incluso mientras ganaba popularidad. En gran medida, un producto de la época, el rap pandillero había prácticamente bajado de tono con los años, así como aquellos que
lo practicaban. Como MC con el grupo de éxito en ventas NWA, Ice Cube era un revolucionario astuto de ceño fruncido. Actualmente Cube se presenta como un hombre de familia, y es escritor y
protagonista de películas como _Are We There Yet?_ y _Barbershop_. Es un giro radical que parecía impensable, dada su imagen del pasado. “Siempre lo vi como una evolución natural”, me dijo
Cube en una entrevista reciente. “No quería que me encasillaran. No quería ser el tipo de siempre ‘necesitamos a un pandillero, llama a Ice Cube. Necesitamos a un rufián, llama a Ice Cube’.
Quería ser actor de verdad, por lo que nunca sabes lo que voy a hacer”. También afirmó que quería una audiencia amplia: “No quiero que un hombre mire a su hijo y le diga: ‘¿Sabes quién es
ese?’. Quiero que el hijo diga ‘Oh, ese es Ice Cube, ¡quiero ir a ver sus películas!’”. Otra forma en que muchos raperos encuentran el éxito más tarde en la vida es convirtiéndose en
pastores, lo que les permite seguir estando en el escenario, y tener esa interacción entre la estrella y sus seguidores, pero al servicio de una causa mayor. Run es ahora “Reverend Run”, y
ofició mi boda. MC Hammer se dedicó a predicar a finales de los 90. Blow también es un pastor ordenado. Lo llamé a su casa. “Después de haber estado rodeado de hiphop y la industria del
entretenimiento por años”, me dijo, “comencé a preguntarme ¿de qué se trata todo esto? Entre más dinero ganaba, más quería. Entre más drogas consumía, más quería. Entre más sexo tenía, más
quería. Luego me senté un día y me dije: ¿Esto es todo? ¿Esto es todo lo que tiene la vida para ofrecerme? Entonces escogí la Biblia”. Blow indicó que estar en el púlpito es muy parecido a
rapear en el escenario. “Algunas veces tengo algunos tradicionalistas que gritan y dicen ‘Este no es un espectáculo. Cuando estás en la iglesia, no es un espectáculo, amigo’. Pero si me lo
preguntas, es el espectáculo más grande”. Nelson George, periodista musical, señaló que estos raperos que se han convertido en pastores dieron el mismo salto que los cantantes que los
precedieron, como Al Green y Solomon Burke. “En ese entonces”, dijo George, “una vez se terminaba la carrera de un cantante de _R&B_, créeme que la mitad de ellos cantaban canciones de
góspel o se convertían en predicadores. Simplemente creo que la historia se repite y que los raperos hacen lo mismo. La vida de esta gente cuando era joven solía ser desenfrenada. La iglesia
siempre es un santuario”.