El clan, película argentina de pablo trapero

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En apariencia, los Puccio siguen siendo una típica familia de clase media alta en el barrio bonaerense de San Isidro; en realidad, Arquímedes se dedica al secuestro y extorsión de gente


acaudalada de su entorno a los que aun después de recibir jugosas recompensas en dólares, asesina a sangre fría. Arquímedes y su esposa tienen seis hijos, de los cuales el mayor, Alejandro,


colabora activamente con su padre para identificar y secuestrar a sus contemporáneos adinerados. Alejandro es estrella del equipo nacional de rugby y a todas luces un hijo modelo. La cinta


nos muestra escenas familiares en las que Arquímedes se comporta como un patriarca autoritario pero indulgente, por lo que es difícil discernir la abierta complicidad de la madre y el


vástago mayor (las dos hijas adolescentes sospechan que algo raro ocurre en su propia casa, pero no se atreven a cuestionar a sus padres). Vemos a los Puccio viendo la tele, rezando antes de


cenar y comportándose como cualquier familia de los años ochenta en cualquier país latinoamericano. Francella nunca pierde su expresión impasible; ni cuando se dirige a su clan, ni cuando


tortura en una habitación a prueba de ruido a sus víctimas. Fuera de lo que podemos colegir por los diálogos con otros compañeros desplazados por el nuevo orden, la película nunca nos


adentra en la mentalidad de Arquímedes. Tal vez opera solo por instinto, sin reflexionar, como seguramente hacía en el pasado, pero el director y coguionista Pablo Trapero no se arriesga a


interpretar y profundizar en sus personajes. Simplemente nos muestra una recreación de los hechos, que bien podría haber sido usada en un documental. Una recreación magistral por el trabajo


de cámara, la iluminación y el estilo típico de la cinematografía de los años ochenta, pero aun así carente de una mirada cercana. Detalles menores, si se quiere, pero tocando un tema tan


rico como el de las secuelas siniestras de la brutal “guerra sucia” en Argentina, se esperaría más. Por ejemplo, ¿qué clase de sociedad puede de un día para otro “cerrar los ojos” y


pretender que actividades nefastas que en el pasado eran aceptables pueden simplemente olvidarse y continuar como si nada? Este es solo uno de los muchos aspectos que Trapero ignora en aras


de solo utilizar el momento histórico que vivía Argentina para hacer su propia versión de _El Padrino_ (Francis Ford Coppola, 1972). Entretenimiento Paramount+ 10% de descuento en cualquier


plan de Paramount+ See more Entretenimiento offers > _El Clan_ ha roto varios records de taquilla en Argentina y le valió a Trapero el premio a mejor director en el Festival de Cine de


Venecia en 2015, pero tal vez esto tiene que ver más con su trayectoria y con el fascinante argumento que con el mérito de la película en sí. Con _Mundo Grúa_ (1999)_ _y _El Bonaerense_


(2002), Trapero se convirtió en puntal del llamado Nuevo Cine Argentino. Después dirigió cintas más comerciales pero aún interesantes como _Leonera_ (2008) _y Carancho_ (2010). En _El Clan,


_Trapero al parecer se decidió a tomar una ruta intermedia y, como Arquímedes, utilizó el oficio desarrollado en su pasado como cineasta independiente para funcionar en el contexto de un


cine comercial más inocuo.