Little boy: una película de fe y redención

feature-image

Play all audios:

Loading...

_Little Boy_ está ubicada en el ficticio poblado de O’Hare en California justo después del ataque a Pearl Harbor que propició la entrada de Estados Unidos en la guerra. Como su nombre lo


indica, _Little Boy_  se centra en un niño, cuya escaza estatura le vale la mofa de los otros niños del pueblo. Pero Pepper Flint (Jakob Salvati) tolera bien las burlas dado que tiene un


solo, pero extraordinario, amigo: James Busbee, su papá (Michael Rapaport). Aquí la alegoría con padre-dios queda más que establecida. El drama comienza cuando James se enlista en la guerra


para “ir a matar japoneses” en las Filipinas. Pepper se queda desconsolado y trata de seguir el modelo de su hermano mayor, London (David Henrie), un adolescente violento y pandillero. A


pesar de la buena influencia de su cariñosa mama (Emily Watson), Pepper acompaña a London una noche para vandalizar la casa de un japonés que vive en O’Hare y a quien todos repudian.  Little


Boy nos transmite un tema sobre fe y redención. Andrew Cadelago/Cortesía Open Road Films La policía arresta a London y Pepper recibe una buena regañada del sacerdote local (Tom Wilkinson).


El padre Oliver acoge a Pepper y le dice que si quiere que su papá vualva vivo tiene que practicar los valores cristianos y no solamente pedirle a Dios que se lo regrese. El sacerdote le da


a Pepper una lista de obras de caridad que puede realizar para fortalecer su fe. La primera de ellas es acercarse al anciano japonés para pedirle perdón por lo que hizo y tratar de hacerse


su amigo. Entretenimiento Paramount+ 10% de descuento en cualquier plan de Paramount+ See more Entretenimiento offers > A través de la improbable relación entre el sabio anciano Hashimoto


y el niño, la película establece un paralelismo entre las formas pequeñas y grandes en que opera la violencia y discriminación. Otro aspecto rescatable de Little Boy es que por lo menos


Hashimoto, y no solo el padre Oliver, se nos muestra como un hombre espiritual y de gran compasión, cuya fe no proviene del mismo Dios cristiano, sino que de ninguna religión en particular.


Dentro de su simpleza, la película logra algunos momentos conmovedores entre las dos vulnerables figuras del niño y el anciano. _Little Boy_ también va detrás del pueblo supuestamente


idílico de colores pastel, para revelarnos el lado oscuro del “sueño americano”. En varias escenas vemos a Pepper abrevando en versiones de heroísmo fabricadas en la sala de cine de O’Hare


que también muestran en sus noticieros lo que ocurre en la guerra. Así puede Pepper constatar que mientras su país luchaba contra el “mal” en el Pacifico, ejercía su propia versión en casa


contra los japoneses a los que se internaba en campos de concentración.  _Little Boy_ es la segunda película producida por los mexicanos Eduardo Verástegui y Alejando Monteverde, quienes


fundaron una compañía cinematográfica para promover valores cristianos. _Bella (_2006), su primera colaboración, tuvo éxito y ganó el premio del público en el Festival de Toronto. Pero,


ninguna de las historias que puedan realizar podría compararse con la del propio Verástegui, cuya extraordinaria belleza puede interpretarse como un regalo de Dios despreciado en


arrepentimiento por haberlo malbaratado en su juventud. El nombre de su compañía, "Metanoia Films" (que significa arrepentimiento en griego), lo dice todo. A lo mejor, _Little Boy_


peca de ingenua, pero por lo menos trata de llevar su mensaje más allá del dogma, a uno que es realmente católico como era el sentido original de la palabra: universal, incluyente. Un valor


que se podría aplicar a cualquier religión y no solamente al cristianismo, y que tiene que ver con la tolerancia, con el respeto a la dignidad del otro.