Neida sandoval desafíos personales y profesionales

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Neida Sandoval siempre sale victoriosa. De eso da fe una envidiable hoja de vida que la llevó de un pueblo pequeño de Honduras a convertirse en la primera periodista de su país en ser


presentadora de noticias nacional de Univisión y, de paso, ganar cinco premios Emmy. Hoy en día, tiene un programa por el canal de cable HITN llamado _En foco con Neida Sandoval_. Esa misma


firmeza con la que ha luchado para triunfar es la que le ha servido para superar varias pruebas duras que le han tocado en la vida. Recientemente conversó con _AARP en español_ y nos contó


cómo lo logró. Cuenta que en 1995 tuvo un aparatoso accidente automovilístico cuando trabajaba como corresponsal en Texas. “Un cinturón de seguridad me salvó la vida. Me quebré siete


costillas, me fracturé el cuello, el hombro. Estuve casi todo un año en terapias. El cinturón de seguridad evitó que saliera volando disparada del auto y que a lo mejor no estuviera contando


el cuento hoy”. Por eso, asegura, cuando Toyota la contactó para que fuera su Embajadora Estrella para promover sus iniciativas de seguridad vial en la comunidad hispana sintió que era una


causa con la que se identificaba y a la que valía la pena sumarse. Ella comparte su historia y consejos para ayudar a los demás mantenerse seguros. Sin embargo, ese accidente era apenas el


preámbulo de pruebas más serias que iría enfrentando en la vida como cuando, a solo cuatro meses de tener a sus mellizos Abener David y Aliene Aida, casi se queda viuda. SU MAYOR BATALLA Fue


el 13 de enero del 2003. Ella aún estaba en la cama. A lo lejos, escuchaba que su esposo, David Cochran, estaba ordenando algunas cosas en la cocina. De repente un sonido fuerte la


estremeció. Corrió a ver qué sucedía y lo encontró en el suelo. Desde entonces su vida nunca volvió a ser igual. "Aprendí que cuando la vida te sacude con lo impensable, la diferencia


está en cómo tú reaccionas ante esa circunstancia". Neida Sandoval Su “Agente 007”, como ella lo llama porque trabajaba en labores de contrainteligencia, había sufrido tres derrames


cerebrales y un infarto cardíaco, perdiendo gran parte de su función afectiva y cognitiva, lo que significó un largo y lento proceso de recuperación. “Tuvo que aprender a abrazar, a decir


‘te quiero’, a llorar, a enojarse, a reaccionar,” recuerda Sandoval, “a caminar, a vestirse de nuevo, a bañarse solo”. Pero la comunicadora no se amedrentó. A cargo de dos bebés y a pesar de


que tenía que comenzar a trabajar a las 4 a.m. en _Despierta América_, todos los días después del trabajo llevaba a su esposo a las terapias. “Se me pone la piel de gallina recordar eso.


Este año cumplimos 15 años como familia; 15 años de reaprender cómo ser una esposa con un hombre que no era el hombre con que me casé. Han sido 15 años de transformación total para mí, como


mujer, como periodista”.