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¿Y LA SEQUÍA? La escasez de agua no siempre está relacionada con el costo para el consumidor. Por ejemplo, la factura mensual promedio de agua en la ciudad desértica de Phoenix es de menos
de $50. Pero muchas comunidades del oeste establecen tarifas más altas para promover la conservación, según Bluefield. Los analistas dicen que los cambios en los patrones del clima y los
eventos meteorológicos extremos afectarán las tasas. Estos incluyen olas de calor, cambios en el tipo y el momento de las precipitaciones e inundaciones, dice Newsha Ajami, experta en agua
del Laboratorio Nacional Lawrence Berkeley. Una razón es que la infraestructura del agua del país fue diseñada y construida para condiciones climáticas que ya no existen; adaptarse a los
cambios requerirá una inversión considerable. “Todos hemos estado confiando en un sistema que está descuidado y está sufriendo décadas de falta de inversión”, dice Ajami. “Pero ahora esos
sistemas están llegando al final de su vida útil o es posible que ya hayan superado su vida útil de diseño. Y gran parte de esa infraestructura se construyó para una era diferente”.
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a largo plazo, dice Ajami, lo que disminuirá el suministro de agua en muchos lugares. La acumulación de nieve, que almacena agua de forma natural, está disminuyendo, al igual que otras
formas de precipitación. Esto está llevando a una disminución del agua en los embalses. A medida que estas tendencias se intensifiquen, el futuro del agua parece sombrío en muchas regiones
propensas a la sequía. Ajami dice que abordar esta nueva realidad climática requerirá soluciones alternativas potencialmente costosas para el suministro de agua. EL IMPACTO FINANCIERO Para
muchas personas mayores en el país, estos cambios significan que el agua representa una parte mayor de su presupuesto familiar. En algunos casos, los Gobiernos y las organizaciones sin fines
de lucro están interviniendo para ayudar. Impact Community Action Partnership en Des Moines ayudó a Smith a pagar su factura. Paula Arkema, coordinadora de energía de la organización, dice
que ayudaron a casi 22,000 familias en Iowa a pagar sus facturas de agua durante 14 meses en el 2021 y el 2022, canalizando fondos federales del Programa de Asistencia de Agua para Hogares
de Bajos Ingresos. Este programa se creó como parte del Plan de Rescate de Estados Unidos del 2021 en respuesta a la pandemia de COVID-19. Durante el primer año del programa, ayudó a 433,000
hogares a nivel nacional a pagar sus facturas de agua, según datos federales. Está previsto que el programa finalice en septiembre. Arkema ve cómo el agua compite con el aumento de los
precios de los alimentos, la gasolina y la calefacción. “Teníamos muchas familias que enfrentaban dificultades”, dice ella. En las ciudades de California, donde los costos del agua pueden
ser tan altos como el promedio mensual de $300 en San Francisco, el gobernador Gavin Newsom (demócrata) ordenó una moratoria en los cortes de agua durante la pandemia de COVID-19. Esa orden
ejecutiva expiró, lo que afectó a personas como Moisés Sousa, de 65 años, que trabaja en el sector del aluminio en Watsonville, cerca de Santa Cruz. El agua de Sousa había sido cortada en el
pasado y, en febrero, volvió a atrasarse en el pago de su factura. El aumento en el costo de los alimentos, la gasolina y la calefacción, junto con los costos de mantenimiento de su hogar,
habían agotado sus ahorros. Apeló a un asistente social en Central Coast Energy Services, quien lo ayudó a pagar la factura y mantener el suministro de agua. “Todo está volviéndose mucho más
caro”, dice Sousa. “Sin esa ayuda, no sé cómo hubiera mantenido mi agua”.