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Jim Angleton abrió una carta el otoño pasado que lo hizo enojarse mucho. Los impuestos sobre la propiedad de su vivienda principal en Miami Beach, Florida iban a aumentar más de $2,000.
Angleton tenía dos opciones: encogerse de hombros y pagar, o pelear. Escogió la segunda, y le valió la pena. Apeló su caso en persona con éxito, lo cual resultó en una reducción de sus
impuestos de cerca de $8,000. “Pagué por tasaciones certificadas de mi hogar, las cuales confirmaron que mi propiedad había perdido valor de manera significativa. Luego recopilé información
sobre propiedades comparables en mi vecindario y presenté una apelación a mi junta local de tasaciones para impuestos sobre la propiedad”, dice Angleton, de 58 años, quien pagó
aproximadamente $500 por dos tasaciones de su hogar. “Me presenté ante la junta muy bien armado con datos. Les mostré la cifra justa que calculé basada en mis investigaciones. Estuvieron de
acuerdo”. Charles D. Rubin, presidente de TaxTrim LLC, una empresa con sede en Nueva York que investiga valores de viviendas y viviendas comparables, dice que todos los propietarios de
viviendas, en particular quienes tienen ingresos fijos, deberían examinar las tasaciones de impuestos sobre la propiedad. “La gente le paga cientos de dólares a un contador para asegurarse
de ahorrar unos cuantos miles de dólares en impuestos sobre la renta, pero ignoran por completo sus impuestos sobre la propiedad, a pesar de que se sabe que un alto porcentaje de hogares
tienen tasaciones excesivas”, dice Rubin. “La tasación de cada [tasador] es subjetiva y es cuestión de opinión. Un propietario puede impugnarla si proporciona pruebas que podrían cambiar esa
opinión”. GRAVADO AL MÁXIMO Angleton no es el único a quien le inquietan las crecientes facturas tributarias. “Los valores de las propiedades han bajado y, sin embargo, las tasaciones para
impuestos sobre la propiedad, las cuales por lo general se recalculan en ciclos de varios años, todavía no se han puesto al día”, dice Max Galka, director ejecutivo de Revaluate, una empresa
que analiza la “habitabilidad” de apartamentos y hogares en la ciudad de Nueva York. No me malinterpreten: los ingresos por impuestos sobre la propiedad ayudan a pagar por recursos
comunitarios importantes, entre ellos gobiernos estatales, condales y locales, escuelas públicas y servicios de emergencia. Según Revaluate, las tasas efectivas de impuestos sobre la
propiedad aumentaron el 0.25% del 2007 al 2013, mientras los valores medios de viviendas disminuyeron casi un 11% durante el mismo período. Por ejemplo, los impuestos sobre la propiedad para
un hogar de $300,000 en el 2013 fueron $750 mayores que en el 2007, en promedio.