Si haces la dieta keto, cuidado con las estafas

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Dos mujeres mayores de 80 años perdieron más de $200 cada una en estafas de píldoras para dietas cetogénicas, o dietas keto. Los estafadores prometen píldoras que supuestamente ayudarán a


quienes hacen dieta a bajar de peso más rápido que con solo seguir el régimen bajo en carbohidratos y alto en grasas de una dieta keto. Las dietas keto son una moda popular —y controvertida—


para perder peso. Desde marzo, la línea de ayuda de la Red contra el Fraude, de AARP, ha registrado más de 25 denuncias de estafas de píldoras para la dieta keto, un incremento en


comparación con los meses anteriores, dice Amy Nofziger, de AARP, quien supervisa la línea de ayuda gratuita 1-877-908-3360. Ella dice que la línea de ayuda ha sabido de víctimas que


perdieron más de $1,000 en estafas genéricas de píldoras para dieta. Las dos octogenarias que perdieron dinero, no libras, cuentan historias que recomiendan precaución en momentos en que


muchas personas están batallando por bajar las “libras pandémicas” que subieron mientras se aislaban y evitaban el gimnasio. Las mujeres compartieron sus terribles experiencias en medio de


las prolongadas advertencias de las autoridades federales acerca de que las estafas de productos para adelgazar son comunes y ponen a los consumidores en riesgo de perder más que dinero, ya


que los suplementos dietéticos pueden comprometer la salud. UN ANUNCIO EMERGENTE SIGNIFICA PROBLEMAS Marjorie, de 83 años, quien vive cerca de Tulsa, Oklahoma, dice que su historia empezó


con un anuncio emergente en su teléfono inteligente. El anuncio de Ultra Pure 360 afirmaba que las píldoras la ayudarían a bajar de peso más rápido que una dieta keto por sí sola. El anuncio


promovía un suministro de 30 días de píldoras a cambio del costo de envío, $6.95, y decía que las píldoras serían gratis si el pedido se cancelaba en un plazo de 30 días. Marjorie notó


primero que su tarjeta de débito se usó dos veces para pagar el envío de $6.95, por un total de $13.90. Después, las píldoras llegaron junto con un supuesto “desintoxicante” que ella no


había pedido; le cobraron $189.90 por los productos, lo que aumentó su costo total a $203.80. “Me fui de espaldas cuando vi lo caro que era”, dice Marjorie, jubilada que antes trabajaba en


capacitación de empleados para el Gobierno federal. Unas dos semanas después de haber hecho el pedido, llamó a un número telefónico que estaba en la factura para cancelar la compra. No tuvo


suerte. “Me dijeron que tenía que probar el producto durante 30 días”, recuerda Marjorie. VOZ SIMILAR, DOS NOMBRES Al cumplirse el mes, llamó otra vez y habló con un hombre que dijo llamarse


Sam. Él le ofreció un descuento del 50% por las píldoras, pero ella insistió en recuperar todo su dinero. Sam se negó a transferir la llamada a su supervisor, así que ella colgó y volvió a


llamar. Esta vez, el hombre que contestó sonaba como Sam, pero se identificó como Eon. Le ofreció un descuento más alto, el cual Marjorie rechazó. Ella pidió hablar con su supervisor, pero


Eon dijo que no había nadie disponible porque todos estaban trabajando desde casa debido a la COVID-19. Cuando AARP llamó al número de teléfono para preguntar sobre la experiencia de


Marjorie, una mujer en la línea que dijo llamarse Hazel afirmó ser una “representante sénior”. Cuando le pedimos su nombre completo y le dijimos que queríamos hablar con alguien acerca de


una denuncia de fraude, se cortó la comunicación. (Una escritora dejó su información de contacto con un tal Tony en una llamada de seguimiento, pero nadie le devolvió la llamada).