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Durante mucho tiempo he argumentado que las personas pueden recibir un rendimiento de inversión, sin riesgo, de un 3 al 6% al año si amortizan su hipoteca con anticipación. La nueva reforma
impositiva significa que ahora estas ganancias pueden ser libres de impuestos. Esto se debe a que es posible que ya no recibas una deducción de impuestos por parte, o la totalidad, de tu
interés hipotecario. Es importante entender que una hipoteca es básicamente lo opuesto a un bono. Cuando compras un bono o fondo de bonos, les estás prestando dinero a corporaciones o
gobiernos que, a su vez, te pagan interés y te devuelven el principal, salvo en caso de incumplimiento. Cuando sacas una hipoteca, le estás pagando a un banco u otra parte el principal e
interés, los cuales debes pagar independientemente de si tu vivienda aumenta en valor. Tomemos como ejemplo a una consumidora con una hipoteca de $100,000 y una tasa de interés anual del 4%
que se encuentre en una categoría impositiva marginal de un 30% (combinación de impuestos federales y estatales). Ella podría invertir en bonos de alta calidad o en un certificado de
depósito de cinco años, los cuales rinden alrededor del 2.45% anual. Al hacerlo, ganaría $2,450 antes de impuestos y $1,715 después de los impuestos. Si, en lugar de comprar un certificado
de depósito, ella liquidara su hipoteca, ahorraría unos $4,000 en pagos de interés. Con la ley antigua, probablemente habría recibido una deducción fiscal de $1,200 (el 30% del interés de la
hipoteca), por lo que habría ahorrado $2,800 después de los impuestos. Esta consumidora habría estado mejor por $1,085 al año al pagar la hipoteca, porque ahorrar $2,800 es mejor que ganar
$1,715. Bajo la nueva ley tributaria, esta persona tiene menos probabilidades de beneficiarse de la deducción de impuestos hipotecarios. Mike Piper, autor de Taxes Made Simple, dice que hay
menos probabilidades de que las personas que solían detallar sus deducciones impositivas lo hagan ahora debido al aumento de la deducción estándar, la limitación de $10,000 para impuestos
estatales y locales, la eliminación de deducciones misceláneas detalladas y el hecho de que cualquier deuda relacionada con el valor de la vivienda ya no será deducible.