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Los defensores de facturación médica trabajan con los pacientes para revisar las facturas y ver si hay algún error, y para negociar descuentos. Los hay con fines de lucro y sin fines de
lucro. Por ejemplo, la Patient Advocate Foundation hace este trabajo gratuitamente, pero solo si se te ha diagnosticado alguna enfermedad crónica, debilitante o que ponga en peligro la vida.
Los defensores profesionales cobran una tarifa por hora o reciben un porcentaje del dinero que te ahorren. “Entre más alta la factura, más bajo es el porcentaje que recibo”, dice Adria
Gross, fundadora y directora ejecutiva de MedWise Insurance Advocacy y MedWise Billing, compañías que ayudan a los pacientes a entender las facturas médicas y los reclamos de las
aseguradoras. Al buscar un defensor de facturación, concéntrate en el grado de experiencia de la persona. Muchos de ellos han trabajado en compañías de seguros o en oficinas de facturación
de hospitales o consultorios médicos; sus páginas web deben enumerar exhaustivamente sus capacidades, experiencia y acreditaciones. Puedes buscar defensores de facturación en los directorios
en línea de grupos de la industria, como la National Association of Healthcare Advocacy, la Alliance of Professional Health Advocates y la Alliance of Claims Assistance Professionals (todas
en inglés). Es posible que también te ayuden los funcionarios estatales, como el comisionado de seguros y el fiscal general. Gross tomó un cliente que recibió una factura inesperada del
hospital por $14,000 después de que le extrajeron un espolón óseo. Dice que le debieron haber cobrado $1,800 (la cantidad que le quedaba de su límite de pago de bolsillo de su plan de
salud), pero no logró llegar a ninguna parte al tratar de negociar con el hospital, con el agente que le vendió la póliza a su cliente ni con la compañía que gestionaba la reclamación, los
cuales estaban todos en diferentes estados. Después de varios meses infructuosos, contactó a las oficinas del regulador de seguros y del fiscal general del estado de residencia del paciente.
Estas contactaron al hospital, el cual aceptó reducir la cuenta a $1,800. “Al final, si estás seguro de que tienes la razón con respecto a tus facturas médicas, pero tus proveedores se
siguen negando, mantente en tu posición”, aconseja Gross. “Nunca debes rendirte en la lucha”. APRENDE MÁS DE LAS FACTURAS MÉDICAS INESPERADAS