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Aunque llegó al mundo de la cocina por azares del destino, el chef Luis Reyes lo hizo con paso firme. Quien llegara a este país como inmigrante indocumentado, hoy en día es copropietario de
dos de los restaurantes más importantes del mapa gastronómico de la capital estadounidense. Entre ambos dan empleo a más de 350 personas. Una infancia rodeada de pobreza y privaciones en El
Salvador, hizo que desde muy pequeño, Reyes pusiera su mira en el Norte. Con una maleta llena de incertidumbres y miedos, dejó su pueblo para iniciar la odisea. Cruzó el desierto y como
muchos otros, casi pierde la vida en el intento. En 1976, finalmente se estableció en Washington, D.C. Apenas llegó, comenzó la búsqueda de empleo y 15 días más tarde, logró colocarse en uno
de los restaurantes más prestigiosos de la ciudad, Prime Rib. Ahí empezó lavando platos e inició su carrera de chef. Fue allí donde conoció al mesero Raúl Sánchez, quien meses después no
solo se convertiría en su socio, sino también en un gran amigo. La primera aventura empresarial de Sánchez y Reyes fue en1979, con La Plaza, restaurante que eventualmente cerraron para luego
abrir el célebre Lauriol Plaza. En 1990, nació Cactus Cantina, que también resultó ser todo un éxito. Lee más sobre la historia de este gran personaje: filántropo, activista político y un
ejemplo de superación, digno de ser emulado. ¿VISLUMBRABAS TU VIDA COMO UN PROFESIONAL DE LA COCINA? No lo planeé, sino que mi sueño era venir a Estados Unidos, porque para mí era una de las
únicas formas de poder salir adelante. No tenía oportunidades allá; yo era el responsable de mi mamá. Mi preocupación: quería hacer algo… ¿CÓMO APRENDISTE EL ARTE DE COCINAR Y QUIÉNES
FUERON TUS MENTORES? Estando en Prime Rib me entró un deseo enorme de aprender. Empezaba leyendo libros de cocina, revistas, aprendiendo todo lo (que veía) en Prime Rib. Cuando ya vine a La
Plaza, ahí tuve algunos mentores, unos chefs españoles y una señora mexicana. Además me fui a Dallas, Texas, y ahí entré a trabajar en un restaurante que se llamaba Pappasitos Cantina. Yo
era el sub chef, detrás de un señor mexicano. Vi el equipo que se usaba, vi la cocina, hice una maldad [llevando a algunos de los empleados conmigo a Washington, D.C.] ¿no? una maldad
corporativa, pero bueno, aprendimos y no les dije nada. ¿CUÁNDO CREASTE TU PRIMER PLATILLO Y EN QUÉ TE INSPIRAS? Hemos creado varios platos que, por cierto, andan por ahí en muchos
restaurantes. Uno de los platos que ha sido popular es un plato de lengua de res y dije: ¿cómo le pongo? Lo hice con una salsa con vino madeira que es un poco dulce y dije, le voy a poner
“Lengua a la portuguesa” y creo que muchos restaurantes la sirven todavía.