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El análisis muestra diferencias dramáticas en los resultados entre los estados. Mientras que algunos estados del medio oeste informan de un aumento en el número de infecciones, algunos
estados del sur que experimentaron aumentos drásticos de las infecciones en el verano informaron de disminuciones en septiembre y octubre. Pero muchos expertos en hogares de ancianos,
profesionales médicos y defensores de los residentes advierten que lo que está sucediendo en los estados más afectados es una señal de lo que está por venir. Con todos los estados mostrando
una tendencia en alza en los nuevos casos de COVID-19, puede ser cuestión de tiempo antes de que empiecen a registrarse aumentos similares en los hogares de ancianos de todo el país.
"El virus entra en estos centros a través de las redes de transmisión de la comunidad", dice Justin Lessler, profesor adjunto de Epidemiología en la Facultad de Salud Pública
Bloomberg de John Hopkins. "Por lo tanto, si el virus se transmite de manera más eficiente en la comunidad, sin importar las medidas que tomemos para proteger estos centros, la
posibilidad de que el virus entre aumentará porque las personas que trabajan allí, y los visitantes, tienen más probabilidades de infectarse". Se predice que el clima frío del invierno
alimentará aún más la propagación del virus. “Sabemos que el frío obligará a las personas a permanecer en el interior”, explica Lessler, “y sabemos que el virus se propaga de manera más
eficiente cuando las personas se encuentran en espacios reducidos y que la manera en que el aire se mueve en el interior también puede contribuir a la transmisión". El análisis de AARP
muestra que a los 12 estados más afectados les va mucho peor que a otros, pero muchos estados que están por debajo de los promedios nacionales en cuanto a infecciones en hogares de ancianos
todavía tienen motivos de preocupación. En Rhode Island, las infecciones de los residentes todavía están por debajo del promedio nacional. Sin embargo, desde el período de informe de julio a
agosto hasta el período de septiembre a octubre, la tasa de infección aumentó a más del doble; 77 casos subieron a 171. "La pandemia está cambiando constantemente", dice Sweeney.
"Se están produciendo cambios drásticos... los estados que parecen estar haciéndolo bien este mes pueden no estar en la misma situación el mes próximo". El análisis estuvo a cargo
del Instituto de Política Pública de AARP y el Scripps Gerontology Center de Miami University en Ohio (enlaces en inglés), y se basa principalmente en datos que los Centros de Servicios de
Medicare y Medicare (CMS) adquirieron en el Nursing Home COVID-19 Public File (archivo público de datos de hogares de ancianos con relación a la COVID-19, en inglés)). Los hogares de
ancianos tienen certificación federal y deben presentar sus datos al Gobierno cada semana. El análisis de AARP utiliza datos de tres períodos consecutivos de cuatro semanas —del 26 de julio
al 23 de agosto; del 24 de agosto al 20 de septiembre y del 21 de septiembre al 18 de octubre— en los que alrededor del 95% de los más de 15,000 hogares de ancianos del país presentaron
datos para cada período de informe. El análisis se concentra en cinco categorías esenciales vinculadas a la COVID-19 —casos de residentes, muertes de residentes, suministro de equipo de
protección personal, casos de personal y escasez de personal— y toma datos únicamente de hogares de ancianos con certificación federal, no de todos los centros, como hacen otros análisis.
Este es el segundo de una serie de análisis mensuales de AARP. El próximo mes se publicará una actualización de estas categorías esenciales vinculadas a la COVID-19 a medida que se disponga
de nuevos datos del Gobierno.